17 de junio de 2012

IN THE NAME OF THE FATHER (1993)


Dirigida por Jim Sheridan.

Muchas veces son los padres los que suplantan a nuestra alocada mentalidad. Ellos saben quienes somos, como nos comportamos y qué pensamos, porque por algo somos sus hijos, la sangre de su sangre. Heredamos hasta el comportamiento (en ciertos aspectos) y repetimos errores que ellos en su juventud cometieron. Así que tienen la brillante función de velar por nuestros actos y aconsejarnos que está bien y qué está mal. 
Este trabajo del director irlandés Jim Sheridan es para valorar en varios aspectos, ya que la actuación de Pete Postlethwaite no pasa de ser un simple rol secundario (todo el protagonismo se lo lleva el genial Daniel Day-Lewis). La importancia del trabajo de Pete radica en que su presencia se siente en casi toda la película, como el padre que enseña al hijo a no cometer las burradas que el cometió y a que la violencia no lleva a nada.
Gerry y su viejo, conociéndolo mejor.
La historia nos lleva a la Irlanda de  de los 70s, convulsionada por los ataques terroristas del IRA, una agrupación que estaba en contra de la unificación de Irlanda y a que ésta pertenezca al reino británico. Así como se ambienta la película, tenemos el caso de la familia Conlon, en donde Gerry es un joven palomilla y movedizo que es acusado injustamente (junto a su grupo de amigos) de un ataque terrorista en donde murieron varias personas. Acusados y encarcelados, tendrán que pasar gran parte de sus vidas en la cárcel. Junto a ellos, sus familiares también corrieron el mismo camino. Es así como Gerry encuentra a su padre Giuseppe en el mismo reclusorio, en donde convivirán junto a otros presidiarios durante 15 años.
Gerry luchará por recobrar su libertad.
La historia de padre e hijo siempre nos hace ver que es una relación delicada. Los hijos tenemos mayor afinidad con las madres y vemos al padre, como aquel ser lejano y gruñón. Gerry tenía una complicada relación con su viejo, ya que su manera de ser tan callejera y barrial contrastaba con la educada y cortes manera de vivir de su papá. 
En la cárcel, aquella imagen delicada que Gerry tenía de su padre, será cambiada por completo. Verá en él al hombre fuerte y tenaz que jamás se dejará vencer por la adversidad. Gerry sentirá que la injusticia cometida es más para su padre que para él, haciendo lo imposible para recuperar su libertad y que el mundo sepa de la injusticia que se cometió.
La búsqueda de la libertad quedará de lado, ya que lo que le importará más es lavar la imagen de su padre y que sepan el gran hombre que fue. Una historia que conmoverá a más de uno, sobretodo de aquellos que ven a un padre como un ídolo y un ejemplo a seguir.

Lamenté mucho la partida de Pete Postlethwaite el 3 de enero del año pasado (2011), ya que habían pasado días desde que vi esta película. Su muerte me jodió un poco tras la actuación que tuvo en la cinta. 

Puntaje: 8 puntos.

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