Dirigida por Benh Zeitlin.
No hay nada más hermoso que ver el mundo real plasmado en la pantalla grande. El ejemplo de superación, de fortaleza, de subsistencia es lo que se ve a diario en la calle y no lo que transmite la ficción. Pocas películas capturan esa esencia como esta llamada "Bestias del sur salvaje", la mayor sorpresa dentro de las nominadas a los Premios Óscar de este año 2013.
Cada nominación es muy merecida y justa, porque es una pequeña pieza de autor que nos muestra la vida en su estado natural, reflejado en la historia de una pequeña niña llamada Hushpuppy, quien vive a las orillas del río Missisipi.
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| Hushpuppy tendrá que sobrevivir a un mundo que está cambiando |
Lo que puedo percibir de la historia es la manera como el universo infantil de la protagonista convive con la tragedia real que significa ver en un lugar como ese, en donde con las justas tienen para comer y están en peligro por la crecida de las aguas, peligrando las viviendas donde viven (inundaciones).
La pequeña Quvenzhané Wallis es la gran estrella y soporte de la película, porque en su rostro, gestos y acciones está todo el drama que contiene la película. En ella podemos ver la lucha que un niño tiene por ser feliz en un mundo real tan triste y desolador. Con un padre enfermo y la inundación del lugar donde viven, Hushpuppy tendrá que arreglárselas por subsistir.
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| La felicidad siempre existirá ante todo |
Pero la felicidad siempre aparece hasta en aquellos lugares en donde pareciera que no existe siquiera una sonrisa. La pequeña niña aprenderá el valor de la fortaleza y fuerza de voluntad para seguir adelante pese a todo.
El reflejo de la inundación es una especie de simbología con lo que pasa en el mundo actual: los cambios constantes del clima.
Lo que realiza la pequeña actriz es formidable. Su papel crece conforme avanza la trama. Una historia que tiene de ficción y tiene de realidad. Que nos muestra un problema global como es el calentamiento global, el problema de algunas poblaciones que sufrirán las consecuencias de ésto y la supervivencia de una niña que nos demuestra que la fortaleza interior se gana con la experiencia de penosas realidades y con el hecho de afrontar con valor lo que la vida te pone en el camino.
No sé si ganará algún Óscar, pero está claro que hay cierto grupo en la Academia que está abierta a aceptar films que no toquen temas tan masivos, ni que usen un lenguaje tan convencional. Por el bien del cine, es bueno ver que premian esta clase de películas.
Puntaje: 9 puntos
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