14 de junio de 2012

BOM YEOREUM GAEUL GYEOUL GEURIGO BOM (2003)


Dirigido por Kim Ki-duk

Esta película coreana es un hermoso cuento. Es la forma como un director se puede convertir en artista y mostrarnos en 4 fases, las etapas más resaltantes de una vida, desde que se es pequeño, cuando sucede la adolescencia, el proceso de la adultez y la vejez inminente. 
El título señala cuatro estaciones, que reflejan la forma como se va desarrollando la vida en sí. El proceso de madurez y crecimiento tiene que ver mucho en esta película, en donde cada estación simboliza cada etapa de la vida de un niño aprendiz, quien al lado de su maestro va aprendiendo a crecer y ver el mundo con otros ojos.
La casa en medio del lago.
Ambientado en un lago coreano (rodeado de montañas), un monje y su aprendiz conviven en el medio del lago, en una especie de casa flotante, en donde viven en medio de la tranquilidad y armonía que la naturaleza les brinda. Es en esa pacífica zona en donde el monje le va enseñando a como relacionarse con su entorno, poniendo en práctica el estilo de vida budista que tan fielmente sigue.
La "primavera" es el inicio de todo. El florecer de una nueva vida, en este caso el niño, quien recién explora al mundo como tal, al cual debe respetar y saber valorar. La inocencia que emanan sus acciones, son corregidas por el maestro budista quien guía al niño a seguir un sendero de paz con la naturaleza.
La segunda etapa, "verano", explora la adolescencia y sus cambios. El niño ha crecido y debe saber como controlar sus emociones, curiosidades e impulsos cuando una chica llega al lugar para curarse de una enfermedad. El verano simboliza el calor que es propio de una edad en donde se toman decisiones apresuradas.
Una de las enseñanzas del monje budista.
El "otoño" explora la etapa en donde confrontamos al mundo como tal, plagado de edificios y calles, de miserias y pobrezas, de mentiras y traiciones. El chico regresa al lago, luego de conocer el mundo (la ciudad) y caer envuelto en cosas que desconocía, siendo absorbido por la mala acción y la maldad.
El otoño refleja una etapa en donde se tiene que confrontar con muchas responsabilidades que a veces suelen acabar con uno.
Luego de un buen tiempo, el chico ya es todo un adulto. El "invierno" es la etapa en donde se madura el carácter y se sigue un camino ya sin vuelta atrás ni giros inesperados. 
Como todo proceso cíclico, la primavera llega con nuevos aires y un nuevo despertar, mostrando la historia toda una etapa de vida que quizá nos recuerde errores del pasado, fricciones del presente y sueños del futuro.
Una hermosa historia plagada de metáforas y simbolismos que son fácilmente perceptibles, sin caer en complejismos ni escenas que aturdan a uno.

Un cuento para que uno examine una vida.

Puntaje: 10 puntos.

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