HARRY BROWN (2009)

Dirigida por Daniel Barber.

Uno que conoce a Sir Michael Caine debe imaginarlo como un actor de personajes tranquilos, reflexivos o serios. Pues bien, este magnífico actor nos muestra un papel que rompe con aquella imagen que uno conoce de él (de aquel actor de dramas), para mostrarnos a un rudo ex-militar que no aguanta más la ley de la calle y decide hacer justicia por sus propios medios, sin importarle que la policía lo pueda apresar o que su propia vida corra peligro.

"Harry Brown" es un tipo que lo ha perdido casi todo. Ya anciano y jubilado, vive en solitario en un departamento ubicado en uno de los barrios más peligrosos de Londres, en donde predomina la droga, el sexo y las pandillas de jóvenes que no creen en ningún tipo de autoridad.

Harry y su amigo Leonard en una partida de
ajedrez.

Caine interpreta a Brown, quien ha perdido a su mujer y ve como el barrio donde vive es tierra de nadie. Justamente es en ese lugar en donde asesinan a su mejor (y único) amigo: Leonard, quien fue brutalmente golpeado por un grupo de pandilleros de la zona, para luego ser acuchillado sin remordimiento.

Harry toma esto como el último impulso para tomar justicia con sus propias manos y vengar la muerte de su querido amigo.

Hasta ahí todo bien en la historia, ya que nunca dejamos de ver a un hombre mayor como tal, sin dotes de super héroe ni nada que lo haga un ser especial e invencible. La soledad y la nostalgia enfrían aún más el entorno de Harry, quien comienza su acto de venganza pese a que la detective Alice Franptom intenta de algún modo dar con los asesino de su amigo.

Harry comprando armas a un pobre diablo.

Lo de Michael Caine es impecable, pero llega a chocar un poco con el giro de la historia casi al final, en donde pareciera que al guión le falta algo como para tener un desenlace decoroso, ya que eso de la batalla entre policías y pandillas, en el final de la historia, salió del contexto de venganza que la película intentaba mostrar.

Es cierto que quizá no se pueda creer que un anciano como Harry Brown sea capaz de asesinar y tener en jaque a una pandilla de jóvenes desalineados, que no creen en la ley ni en la autoridad, viviendo su mundo bajo el dominio de las drogas, el sexo y el vandalismo. Harry Brown no encaja en ese mundo, menos como una especie de justiciero (por su edad), pero la actuación de Caine hace que veamos a un personaje real, con los defectos propios de la edad y con las lógicas falencias que esto genera: problemas respiratorios, malos reflejos, lentitud, etc.

Lo que se destaca es la forma como Caine nos muestra un personaje real, un anciano como tal pero que desea venganza a cualquier costo, y es ahí en donde usa lo que más tiene: la experiencia.

Lamentablemente el genio de Caine no puede hacer frente al guión que estropea el final de la historia.

Puntaje: 5.5 puntos.