8 de marzo de 2011

DANCER IN THE DARK (2000)


Dirigida por Lars Von Trier.

El danés es un genio rebelde. Osado, innovador y que siempre busca salirse de lo usual. Por eso es grande y por eso que todas las miradas del mundo siempre le tienen una especial atención a esa parte del mundo (la región escandinava), ya que últimamente salen grandes cosas de ahí, relacionadas al mundo del cine, la música y las artes en general. Pues bien, Bjork es finlandesa, y une su talento al de Von Trier para regalarnos esta joya. Una película sobre sacrificios, sobre amor, sobre solidaridad.
Maravillosa actuación de Björk.
Desarrollada en la década de los 60s en USA, nos relata la dura historia de Selma, quien se muda a gringolandia junto a su hijo, para así encontrar un trabajo estable y algo de bienestar económico. Lo malo es que Selma sufre de una enfermedad que poco a poco la está dejando ciega. Pese a eso, ella se empeña en seguir trabajando para recaudar el suficiente dinero, con el cual costeará la operación de su hijo, quien en un futuro no muy lejano, sufriría el mismo padecer que ella. Selma no quiere eso para su hijo, así que pese a que no ve en un 80%, sigue trabajando como puede, hasta lograr completar la suma de dinero que necesita para dicha operación.
Bjork y Catherine Denueve.
Fiel al estilo Dogma95, Von Trier usa cámara en mano, planos que no siguen una secuencia fija y se deshace de la música incidental. Solo se escucha las canciones que Selma imagina en su conciencia. Aquella que la pone como una estrella del canto y el teatro, que lleva una vida normal, llena de alegrías y elogios. El mundo paralelo que recrea con cada sonido que escucha en su caminar diario, es la única parte sonora de la película. Aquí vemos el talento musical de Bjork para crear música con sonidos atípicos para dicha creación.

La crítica está presente en esta película. Aunque como es desarrollada en una sociedad de hace 40 años, digamos que no hay mucho que se pueda rescatar de dicha crítica social que hace Von Trier. 
El sacrificio de Selma en su centro de labores.
Conforme va avanzando la historia, vemos a una Bjork que va incrementando el brillo de su presencia, hasta el final que es duro y crudo pero que es el significado perfecto para lo que significó el sacrificio de una madre por su hijo. Una película que rescata los valores y actitudes más resaltables que una mujer puede tener. 
El ver a una Selma ciega dirigiéndose a su trabajo, guiándose por la ruta del tren e intentando fingir que ve bien mientras hace labores de operaria de fábrica, es la clara muestra de que Von Trier busca realzar el valor de la mujer como madre y como guerrera.

Una película que tiene su toque musical, sus grandes actuaciones (perfecta la francesa Catherine Denueve), las traiciones de los seres más cercanos y el emotivo final que dejará perplejo a cualquiera.

Nuevamente Von Trier nos regaló una joyita.

Muy Recomendado.


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