Dirigida por Yann Samuell.
Definitivamente amo a Marion Cotillard. Y también al cine francés.
La manera como nos cuentan la historia de dos personas que se amaron toda una vida es tan ingeniosa, que por mucho romanticismo que haya en algunas escenas, no hastía como para creer que estamos ante esas típicas historias estereotipadas y cargadas de sacarina que nos muestra a cada rato el cine norteamericano. Y es que esta vez vemos una combinación de "Amelie" con "Largo domingo de noviazgo", en donde vemos como se toma en cuenta al primer amor.
La película nos muestra a Sophie y Julien, quienes se hacen amigos desde muy pequeños cuando la madre de Julien le regala una caja de hojalata. Esta caja será la gran protagonista de la historia, ya que los acompañará durante toda su vida. De niños tuvieron la costumbre de jugar a "atreverse/no atreverse" (algo así como apuestas o retos) por medio de la caja, la cual la usaban para mandarse retos. Quien tuviera la caja en su poder, retaría al otro a hacer algo (que sí o sí debería cumplir), llevándose como premio dicha caja, osea, la posibilidad de retarlo. Toda una chanfaina que los divertía y les ayudaba a permanecer como amigos de niños.
Al ir creciendo todo fue cambiando. Ya las cosas que iban apostando eran más osada y peligrosos, dejando atrás las travesuras de infantes para meterse en juegos cada vez más de adultos, los cuales cambiarían sus vidas para siempre.
La historia gusta desde los primeros minutos, por la forma como cuentan los sucesos que ocasionan que Sophie y Julian tengan un vínculo tan inquebrantable en sus vidas.
Se puede notar la manera como es que viven un amor casi en silencio, pero que ambos saben que existe y que está ahí entre los dos. Aquel primer amor que te marca desde niño. Aquel amor que es la mezcla perfecta de amistad y enamoramiento. Una historia que los persigue durante toda su vida hasta el emotivo y sorprendente desenlace final, en donde se aprecia la originalidad del relato (a mi me sorprendió), dando como resultado una obra interesante y recordable, pese a que era la ópera prima del director francés.
Una vez más Marion Cotillard excelente. Aún no saltaba a la fama internacional, pero ya demostraba el talento que poseía, que años mas tarde estallaría con fuerza por su magnífica interpretación en "La vida en rosa", que justamente es el título de la canción que suena durante toda la película.
Vaya coincidencia.
Puntaje: 8 puntos.
Sophie y Julian esperaron mucho para gritar su amor. |
Al ir creciendo todo fue cambiando. Ya las cosas que iban apostando eran más osada y peligrosos, dejando atrás las travesuras de infantes para meterse en juegos cada vez más de adultos, los cuales cambiarían sus vidas para siempre.
La gran protagonista: la caja de hojalata. |
Se puede notar la manera como es que viven un amor casi en silencio, pero que ambos saben que existe y que está ahí entre los dos. Aquel primer amor que te marca desde niño. Aquel amor que es la mezcla perfecta de amistad y enamoramiento. Una historia que los persigue durante toda su vida hasta el emotivo y sorprendente desenlace final, en donde se aprecia la originalidad del relato (a mi me sorprendió), dando como resultado una obra interesante y recordable, pese a que era la ópera prima del director francés.
Una vez más Marion Cotillard excelente. Aún no saltaba a la fama internacional, pero ya demostraba el talento que poseía, que años mas tarde estallaría con fuerza por su magnífica interpretación en "La vida en rosa", que justamente es el título de la canción que suena durante toda la película.
Vaya coincidencia.
Puntaje: 8 puntos.
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