10 de marzo de 2012

MY WEEK WITH MARILYN (2011)


Dirigida por Simon Curtis.

La vida de Marilyn Monroe se presta para mil películas. Cada pasaje de su vida es una ideal historia para convertirla en película y así, fijo, un éxito seguro. Esta vez la historia no se tomó de un pasaje de la vida de la Monroe, sino mas bien en las anécdotas de Colin Clark, un hombre que tuvo el privilegio de vivir una de las semanas más inolvidables, para él, al lado de la bomba sexy rubia. Y es que como cuenta la cinta, Colin Clark siempre soñó con trabajar en el cine, como un director o como cualquier oficio que tuviera relación directa con el séptimo arte. 
Consiguió un empleo (en base a mucho esfuerzo) en la productora de Sir Lawrence Olivier, quien estaba próximo a filmar una nueva película, esta vez con la participación estelar de Marilyn Monroe, quien era el boom de la época en todo el mundo. Ella recién había contraído nupcias con su nueva pareja, el conocido dramaturgo Arthur Miller, y la filmación del nuevo film de Olivier sería tomado como un viaje de luna de miel para la pareja.
La sensualidad de Marilyn Monroe.
Londres recibió a la rubia en el medio de un albaroto, ya que era considerado como una megaestrella en ese entonces.
Colin era ayudante de filmación en la productora y estuvo presente en aquella producción que sería El principe y la corista, protagonizada por Lawrence Olivier y Marilyn Monroe.
Todo iba para mal, ya que la rubia no se adecuaba a su papel y esto irritaba a la producción, en especial a Olivier quien estaba harto del papel que venía realizando Marilyn hasta ese entonces. La historia muestra la visible depresión que padecía Marilyn, llevándola a estados de locura por el consumo de pastillas (a diario), con la cual intentaban mantenerla estable (sus asesores y publicistas seguramente).
La buena suerte para Colin ocurre cuando Arthur Miller, esposo de Marilyn, tiene que regresar a Estados Unidos a ver unos asuntos, dejándola sola a la rubia, con lo cual busca liberarse un poco del stress de los sets de grabación y de la vida en prisión que lleva (no podía salir así nomás).
Colin entonces se convierte en su mejor amigo y su guía turístico, paseando por muchos lugares de Inglaterra, naciendo entre ellos algo más que una simple amistad.
Colin Clark, el afortunado.
La actuación de Michelle Williams es impecable. Tanto cuando habla como cuando no dice ni una sola palabra (ahí es donde demuestra sus grandes dotes para la actuación).
Interpreta a Marilyn Monroe de manera ejemplar, calcando sus movimientos y aquel carisma que irradiaba sensualidad e ingenuidad en ciertos momentos. Lo hace tan bien, que por un momento se me fue la idea de que era Michelle Williams la que actuaba (se puso más bonita, porque ella no me gusta como tal).
La suerte que tuvo Colin Clark en esa semana, es retratada en esta película. Es probable que haya cambiado su vida para siempre, o que haya conocido a la Marilyn más real, aquella alejada de las luces y los flashes, que le permitía compartir sus miedos y más escondidos deseos.

"Una semana con Marilyn" es algo más que el relato de una anécdota.

Puntaje: 6.5 puntos.

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