30 de marzo de 2012

EYES WIDE SHUT (1999)


Dirigida por Stanley Kubrick.

La última película que dirigió el genio llamado Stanley Kubrik, tuvo como título en español "Ojos bien cerrados" y sugería a la audiencia que presenciaríamos escenas subidas de tono, por parte de la pareja de moda en aquellos finales años 90s: Tom Cruise y Nicole Kidman. Yo opino que hubo un antes y un después para la vida artística de la pareja luego de esta película, porque como que la Kidman se dio cuenta que podía dejar de ser la simple esposa de Cruisa y hacer papeles más dedicados y en donde se note sus dotes de interpretación (y vaya que tuvo buenos resultados). Pero volviendo al tema de la película en sí, Kubrick se quiso despedir ofreciéndonos una historia que dejaría a mas de un conservador con la cara sonrojada y el "Jesucristo" en voz alta.
Toda la hermosura de Alice (Nicole Kidman).
Kubrik se animó a realizar una película que no pretendía ser fácilmente entendible. Y no es que sea quemada o algo así, sino que dispuso de una lectura cinematográfica en donde se abrieran un sinnúmero de interpretaciones para la historia que narró con buen estilo. En parte se nota su crítica hacía una sociedad "elite" que por el hecho de tener mucho, no significa que tenga los valores bien definidos y que goce de buena reputación. Sus costumbres, pasatiempos o hobbies que Kubrick desnuda en la película, pueden ser una muestra de lo que realidad a veces intenta ocultar o se intenta tapar para que no se diga tal cosa de cierta clase sociedad, reflejando todo lo malo siempre hacía los pobres o la gente humilde. Y es que el dinero no compra felicidad ni dibuja sonrisas. Eso se simboliza en la pareja protagonista, el doctor William Harford y su hermosa esposa Alice (Cruise y Kidman respectivamente) quienes luego de una fiesta a la que asisten, sienten que la forma como ven la vida, se ha visto alterada.
El doctor William andará por lugares a los cuales
jamás pensó llegar.
Las relaciones se resquebrajan debido a inseguridades y miedos. A veces el miedo recrea fantasías que ocasionan que la realidad se distorsione, apareciendo la desconfianza como única muestra de lo que el ambiente emana.
El doctor siente todo eso y mucho más, decidiendo buscar la pista que confirme sus dudas. Cae en un mundo al cual no pertenece y al cual el espectador no puede concebir como real o imaginario (me costó entender algunas escenas que mostraba Kubrick), ya que se muestra tan surrealista y hasta ciertamente onírico (producto de la inseguridad), en donde el doctor William intenta hallar la culpabilidad de su esposa a toda costa.
Se nos abre un mundo distinto al que tenemos, como si viviéramos a ojos cerrados en la vida y no nos atreviéramos a abrirlos para contemplar tanta mierda y tanta mentira que existe en el mundo real.

Kubrick deja esa última enseñanza, de una manera confusa pero que conforme pasa el tiempo, se va entendiendo mejor y va transformando su trabajo en obra de arte.

Puntaje: 8 puntos.

No hay comentarios :