Dirigido por Tom Six.
Con nombre tonto se estrena en Lima la segunda entrega de esta particular película, en donde esta vez (para mí) Tom Six si se pasó de pendejo. Primero debo aclarar que la película debería llamarse "El ciempiés humano" y no "El engendro del mal" como he visto que lo llaman por estos lares, ya que el nombre no tiene mucho que ver con la traducción del título original, mucho menos con el concepto de la historia.
Pasando a otro punto, se hizo mucho escándalo de la primera entrega, la cual la noté demasiado inofensiva, ya que lo único perverso o enfermo era la idea tácita del enfermo doctor que tenía como gran idea, la de crear un ciempiés humano, ayudándose por tres personas quienes habían sido secuestradas. No se notó mucha escena gore ni nada grotesco, solo una idea que de por sí era demasiado enfermiza.
Martin y una película que le cambiará la mente. |
Esta vez en la segunda parte de su macabra creación, el director nos muestra algo más de crueldad y escenas enfermizas, empezando por el peculiar protagonista y la forma como se enlaza esta segunda entrega a la primera. Martín es un gordito cuarentón con notorios problemas cerebrales (producto de la familia), que trabaja de noche cuidando un estacionamiento. Lo peculiar del gordito es que es un fan acérrimo de "El ciempiés humano" (sí, la primera parte). La historia básicamente refleja los problemas que puede tener un hombre con severos trastornos mentales al ver esta película mil y un veces. La obsesión de Martin es el de poder crear al mismo ciempiés humano que admira todas las noches en su cabina de trabajo y sentirse todo un creador. Para esto no duda en secuestrar a toda persona que se atreva a cruzar por su lugar de trabajo, logrando capturar a cerca de una docena de personas.
La macabra creación de un fanático. |
Las escenas van subiendo de tono (toda la película es a blanco y negro), notándose de a pocos lo degradante que puede llegar a ser Martin (no duda en atacar a una mujer embarazada para ver cumplida su obsesión).
En sí, esta vez Tom Six se pasó de la raya y se soltó todo lo gore que no quiso soltar en la primera parte. Esta vez se ve como un ortodoxo e inexperto Martin, intenta operar a cada uno de sus rehenes, a los cuales ni siquiera anestesia ni se preocupa por velar si es que están con sus signos vitales en buen estado.
La manera como muestra a este gordo, es tal que........va quedando cualquier imagen, menos la de un ser humano.
La historia como tal me pareció original, pese a las escenas intragables que tuve que ver (de hecho que muchos se tendrán que tapar los ojos en algunas escenas), dejando abierta la puerta para una tercera y última parte, ya que Six ha dicho que con la tercera entrega se termina esta macabra triología.
"El ciempiés humano" no es una película recomendada para que vayas a verla en familiar. A menos que tengas una familia demasiado open mind.....y con gustos bizarros (lo cual no está nada mal).
Puntaje: 6.3 puntos.
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