Dirigida por David Cronenberg.
La verdad que la película me parecía flojita (por la sinopsis que leí) pero es quizá la película de Cronenberg que más me ha atrapado hasta ahora. Esta vez nos muestra los peligros que significa jugar con aquello que llaman realidad virtual (muy de moda a fines de los 90s), en donde el hecho de entrar en una vida creada por computarizada, puede alterar en cierta forma la conducta y transformar al ser humano en algo que no es, creerse el papel que interpreta y despertar personalidades ocultas que uno solo en sueños y pensamientos aspira a ser.
Cronenberg analiza de a pocos el modo que las personas prestan su organismo para ser utilizado en este tipo de juegos que buscan ponernos en una realidad distinta y en los pantalones de una persona distinta de lo que uno es (puedes ser un asesino, un cura o tener sexo con la persona que quieras), todo esto alterando el cerebro.
Ted y Allegra ingresando a una realidad virtual. |
Los mismos personajes no se dan ni cuenta si están en una realidad virtual o en su propio presente. Muestra de ello son las múltiples preguntas que cada uno se realiza en toda la historia.
La película nos muestra a Allegra Geller, una de las máximas exponentes en invención de este tipo de juegos virtuales, quien ha creado la última consola llamada "Existenz", que transporta a la mente hacía otra realidad, creando una competencia basada en un tipo de guión que ella misma creo para la consola.
Dentro de tanta maravilla ludica, existen aquellas personas que ven con malos ojos tanto invento que altera la mente y vuelva esclavos (adictos) a las personas. En una de sus exposiciones, Allegra sufre el ataque de uno de estas personas, quien intenta asesinarla. Es protegida por Ted Pikul, un chico que estudia marketing pero que chambea en seguridad, quien la lleva a un refugio para asegurarse que no le pase nada malo.
En el mundo virtual, Ted controlará todo. |
Allegra experimenta con él el funcionamiento de su consola, para tener la seguridad de que todo anda bien y de que será un éxito en el mercado. Ambos entran a una realidad virtual, en donde sus personajes habitan en un mundo en donde se dedican a ensamblar consolas mediante restos de animales mutantes (o algo así). Ted no distingue si lo que vive es real o simplemente parte del juego, lo cual hace que entre en interrogantes demasiado obvias que lo alejan del interés que intenta crear Allegra.
Ambos pondrán su vida en peligro debido a la amenaza que existe en torno a la inventora. Ted se verá envuelto y casi absorbido por los cambios que le da el juego a su persona, sintiendo el poder de controlar su realidad virtual y a aquellos que lo habitan.
Vemos nuevamente lo típico en el cine de Cronenberg, del como el ser humano se deforma en cuanto a comportamiento a causa de ciertos vicios, adicciones o placeres que a la larga solo alteran su mentalidad.
Esta vez la historia de Cronenberg acaba con interrogantes de saber si en verdad vivimos en un mundo real o es que estamos en una realidad virtual (la magia de Matrix pareciera que influye en esto).
Puntaje: 6 puntos.
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