Dirigida por Seth Gordon.
Lo bueno de estos últimos años es el ver como algunos directores han intentado dar un nuevo viraje a ese género cinematográfico que es la comedia y que en algunos casos se ha derivado en "comedia romántica", "comedia negra" o "comedia adolescente", por citar algunas etiquetas que he leído en blogs y críticas. Algunos directores se han basado en historias originales para intentar crear una historia con bases de comedia, pero que da la sensación que va mucho más allá de solamente hacer reír al público: intentar dejar un mensaje y nutrir de mayor contenido a su historia.
En esta ocasión vemos como la película gira en torno a un deseo de venganza por parte de tres empleados de diferentes chambas, quienes están hartos del trato que sus respectivos jefes les dan, llegando a la conclusión de que pueden vivir y trabajar mejor, si es que estos jodidos jefes se mueren.
Dale, Kurt y Nick quieren matar a sus jefes. |
Nick, Dale y Kurt tienen unos jefes algo particulares; uno es todo un déspota e inhumano con sus empleados, el otro es aquel que le llega al pepino el trabajo y solo quiere todo el billete que dicho centro de labores generes, sin importarle si la empresa queda en la ruina; y la otra jefa es la típica acosadora sexual, aunque más bien creo que es medio enfermiza su manera de hostigar a su asistente para tener relaciones sexuales con él (le causa excitación de que sea un hombre comprometido).
Con esos perfiles, los tres amigos buscaran de algún modo liberarse de esos horribles jefes que les tocaron. Y es que la palabra "matar" no es tan simple de volverla acción, ya que podrían pasar años en la cárcel y perder todo lo logrado por un simple deseo de revancha.
El trío acude a un experto en este tipo de trabajitos, quien les explica que el mejor método para terminar con la vida de un sujeto, es el ser lo más caleta posible, sin dejar pistas ni algún indicio que demuestre que podrían ser siquiera sospechosos del crimen.
Provocativa y ansiosa la dentista Julia. |
Es así como se ve que los tres compañeros inician toda una aventura de asesinos, metiéndose en cada enredo y en cada situación que provocará carcajadas en aquel que se atreva a mirar la película.
"Quiero matar a mi jefe" está bien contada y es paradójico que las tres caras más conocidas de la historia, sean los personajes secundarios (los jefes), como lo son Kevin Spacey, Jennifer Anniston y Colin Farrell.
Ambos interpretan decentemente el papel de jefe malo que les tocó para esta ocasión, en donde la Anniston resalta por su papel como una dentista demasiado enfermiza, la cual desea con mucho placer el hecho de tener sexo con su asistente. Las escenas en donde aparece, no pudieron transmitir más sexualidad por parte de la "ex-Friends", quien se mostró muy provocativa y sexy en esta película.
Es una buena comedia de situaciones que demuestra que el género puede darnos buenas películas, con un humor ingenioso, con gags eficientes y con un desenlace obvio pero sin ser tan vacío.
Los tres actores principales logran una buena química entre ellos, con lo cual hacen reír en los momentos precisos y hacen que la película camine bien.
Luego de ver esta película, quién no ha querido matar alguna vez a su jefe?
Puntaje: 6.5 puntos
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