BLOOD SIMPLE (1983)

Dirigida por los Hermanos Coen.

La ópera prima de los Coen fue prometedora. La vi y quedé convencido que estos hermanos tenían ya de por sí, un futuro prometedor desde el inicio de su carrera. Y es que estamos hablando de la década de los 80s. Han pasado casi 30 años desde el estreno de su primera obra cinematográfica, y son considerados hoy por hoy, de lo mejorcito en Hollywood. Y eso que ellos vendrían a ser el "Lado B" de la industria norteamericana, ya que por lo general, siempre han estado ligados a un estilo de cine más artístico que de complacer a las masas o a la taquilla. Indudablemente su gran labor, se ha visto recompensada con una aprobación tanto en crítica como en público.

Una joven Frances McDormand, hace el papel
de la bella Abby.

"Sangre fácil" es el inicio de una forma de ver el cine de los Coen, propia de ellos. Si es que alguna vez se han visto tres o cuatro películas de ellos, al ver ésta, se darán cuenta que siempre fueron fieles seguidores de un estilo en particular. Su pasión por el cine de género (el llamado cine negro) estuvo presente desde sus inicios. Y es que en "Sangre fácil", lo agradable es ver como una historia que a simple vista es sencilla y sin mucha complejidad, da unos giros increíbles.... hasta terminar con una trama muy interesante, llena de buenas tomas por parte de los directores (esa toma final de la gota de agua cayendo de la cañería, es magnífica).

Marty clamando por su vida.

Tiene una relación muy marcada con "Fargo" en el sentido de la venganza o ajuste de cuentas. Y es que un marido celoso como Marty, no puede soportar la idea de que su joven y hermosa esposa Abby le saque la vuelta con uno de sus colaboradores, y que encima se haya enamorado de él. Este "amante" se llama Ray, y es un empleado de Marty en el bar que él mismo administra. Las cosas planteadas así, nos ponen en un triángulo amoroso, que se vuelve cuarteto con la inclusión de un detective, amigo de Marty, quien tiene la misión de eliminar a la pareja de amantes, para saciar la sed de venganza de Marty.

Una de las escenas más inolvidables.

Las escenas de sangre se entremezclan con esa calidad artística propia de ellos, en donde hacen énfasis en primeros planos de objetos, con una humilde (pero buena) fotografía, y con un diseño artístico de los ambientes, bien preparados para la ocasión.

Es una historia entre cine negro, algo de terror y cierto humor de género, que me dejó una buena impresión por la forma como los Coen la dirigieron, la iniciaron, la terminaron, la alocaron y la fueron transformando durante su duración. Y es que es un digno comienzo en esta carrera.

Paradójicamente, "Blood simple" es la última película de los Coen que veo, y la que me faltaba por ver de toda su filmografía. Obvio que en un futuro veré más de ello, porque siempre lanzan algo al ruedo y, a estas alturas de su carrera, es imposible dejar de ver.

Puntaje: 7 puntos.