AIR DOLL (2009)

Dirigida por Hirokazu Koreeda.

De por sí el cine japonés es medio quemado en cuanto a terror se refiere (y no solo el japonés, también el tailandés y coreano, y Asia en general produce un terror bien complejo). Pero de ahí a entregarme un drama como éste, me dejó sorprendido y con la boca abierta. Que tal historia entre ficticia y razonable. Entre irreal y verídica. Y es que tendrían que jugar un poco con las metaforas o comparaciones con la realidad que yo entendí de la trama, para que noten que no es un disparate el que te pongan como protagonista de una película a una muñeca inflable.

Hideo y su muñeca de aire.

Una muñeca de este tipo es usado como sustituto de una presencia femenina, para varones que se sienten solos y con deseos de, al menos, experimentar sexualmente con algo parecido a una mujer (en físico). Pero Hideo se lo toma muy a pecho. Vive solo en un depa en Tokio,, junto a una muñeca a quien le puso de nombre Nozomi, ya que así se llamó su última enamorada. La manera como vive con ella es casi loca... por no decir anormal. La cuida como si fuera un ser vivo. La baña, la viste, la cuida, le habla como si fuera un ser vivo. Es justamente debido a ésto, que Nozomi cobra vida de la noche a la mañana, siempre identificándose como lo que es: una muñeca de aire.

Al "nacer" (por llamarlo de alguna manera), decide salir al mundo. Conocer aquel universo que está tras la puerta del departamento en donde vive. Al ir caminando por la calle, aprende a hablar siguiendo el lenguaje de las personas que se le cruzan en el camino. Mira y aprende. Observa y repite. Hasta que 

Nozomi conoce a Junichi en una tienda
de alquiler de videos.

llega a una videoteca y su corta vida cambia por completo. Y es que en todo momento, Nazomi reconoce que le falta un corazón. 

En la historia, muestran a la muñeca tal como es: una muñeca. No puede envejecer, tiene un supositorio como vagina (o algo así), en su ombligo está su pitón de aire, no puede sufrir ningún tipo de corte sino se desinfla. No tiene aliento. No respira. Es simplemente una muñeca y ella lo sabe.

La manera como noté a Nozomi, muy curiosa de experimentar algún tipo de sentimiento y dejar de ser simplemente un objeto sexual de su amo, es como comparar a aquellas personas que simplemente miran al materialismo como algo normal y propio. No necesitan de un sentimiento o algún tipo de sensación, descubriendo lo vacíos que pueden llegar a ser.

Cuando se encuentra con su creador.

Nazomi quiere ser humana. Quiere tener un cumpleaños y una identidad. Mira alrededor, una felicidad que no puede conseguir. Hasta que poco a poco va naciendo un romance con el chico encargado de la tienda de video en donde decide trabajar. Y es que Nazomi pasa su día metida ahí, mientras su amo chambea, hasta que llega la noche y retorna al departamento, en donde vuelve a ser un objeto inerte.

Es increíble como Nazomi interpreta el sentimiento de las personas. Es humana con el chico que la ve como una persona, y es una muñeca, con el brother que la compró solo para usarla como sustituta de una mujer.

"Air Doll" es compleja y tiene escenas muy interesantes. La forma como el director se asoma en el mundo de Nozomi, como nos muestra lo que sus ojos ven y su interior siente. Las ansias que tiene de ser amada y descubrir eso que llaman amor. La ingenuidad e inocencia de sus acciones y de sus sentimientos que comienza a descubrir. Y un final que pinta de cuerpo entero la desgracia que a veces sienten algunas personas de existir.

Una película que me sorprendió y que vuelve a ratificar al cine asiático como una gran plaza.

Puntaje: 8 puntos.