2 de julio de 2011

LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR (1998)


Dirigida por Julio Medem.

Medem tiene este tipo de películas, que tranquilamente podrían funcionar como románticas o así de ese estilo de drama romancero, pero que pareciera que él detesta tanto que prefiere seguir su línea narrativa y contarla a su modo. De todos modos, tan mala no es su línea y nos muestra algo más y una historia sin estereotipos, que se basa principalmente en los juegos sorpresivos del destino. Y es que esta película está marcada por lo que el destino les tiene preparado a sus dos protagonistas.
Ana y Otto, cuando por fin se conocen del todo.
Ana y Otto son dos nombres capicúa (suenan igual al derecho y al revés). Ambos se conocen de niños de la manera más casual. Mientra Otto persigue una pelota, Ana corre en la misma dirección, huyendo de una verdad que no quiere saber.
Ambos corren en la misma dirección, pero por factores distintos. Yo analizo bien la carrera de ambos y construyo, una vez terminada la cinta, la personalidad de cada uno de ellos. Ana más preocupada por algo sentimental, algo emotivo, algo que le conmueve por dentro. Ella es así de niña y lo será durante toda la historia.
Los encuentros a escondidas eran donde sea,
hasta debajo de una cama.
Otto mas bien persigue una pelota que fue lanzada por Dios quien sabe, pero igual.... le apasiona el hecho de atrapar el balón. Persigue banalidades, pero igual sigue tras de ellas. No le importa dejar atrás gente preocupada por él, sigue corriendo tras algo que no tiene importancia. Así es Otto durante toda la película y la verdad que el destino de ambos dependerá en demasía de este tipo de actitudes.
Y es que el destino los hizo conocerse en ese momento, pero solo fue visión. No hubo un contacto verbal, ni mucho menos algo que hiciera presagiar que serían amigos. Solo se miraron y nada más. El tiempo se encargo, semanas después, de juntarlos de la manera más insólita: Sus padres se enamorarían.
Otto el piloto, reflejado en los bellos ojos de Ana.
El padre de Otto conocería a la madre de Ana a la salida de la escuela. Otto lanzaba aviones de papel, con mensajes románticos en su interior, hacía el patio del colegio, justo en la hora de salida. Varios niños cogieron los papeles y los daban a sus padres. La madre de Ana cogió uno, y le preguntó a la niña quien lo escribió. Ana viendo que Otto, aquel niño que conoció huyendo, estaba con su papá, señaló al señor e inmediatamente flechó a ambos. Increíble.
De ahí en adelante vemos una historia paralela. Medem nos muestra, x separado, como es que Otto y Ana viven este romance. Que es lo que sienten, como giran sus vidas alrededor de este amor. Sus primeros besos a escondidas (recordar que son "hermanos"), sus primeras relaciones sexuales. Sus encuentros a escondidas y su crecimiento entre descubrimientos y cosas que intentarán terminar con la relación.
Su separación es como un círculo que se va abriendo, pero que tarde o temprano se irá cerrando... hasta que el destino los vuelva a poner frente a frente.

La manera como Medem aborda esta historia de amor, es celestial. El final se siente como que el destino es el verdadero villano de toda la película. 
Una historia para verla detenidamente y entender el mensaje que transmite siempre Medem en sus películas. Gran labor del director español.

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