ELEFANTE BLANCO (2012)

Dirigida por Pablo Trapero.

Tengo la suerte de haber visto todas las cintas de este director argentino, el cual me parece uno de los mejores de la región ya que aún no pierde esa visión que tiene del cine latinoamericano. Su manera de filmar sigue intacta, con ciertas mejoras debido a la experiencia que ya tiene acumulada y a una mejor calidad visual que le ha podido dar a sus películas, gracias a que ya cuenta con los medios para que ésto sea una realidad.

Julián y Nicolás tendrán que combatir la pobreza,
drogadicción y delincuencia.

Nuevamente vemos algo que no ficción. Una historia que es tomada de la realidad sin tener que desviarse por tópicos usuales en el cine que intentan siempre maquillar una película para no hacerla tan grotesca o tan cruda. Trapero no es amante de ese tipo de cosas, el muestra lo que sus ojos ven cuando pasa por una villa argentina o cuando mira las injusticias sociales, la pobreza, la miseria humana, la frustración que hay en las calles argentinas de hoy, en donde no todo es belleza y glamour. Para ésto logra que sus actores personifiquen a personales comunes y reales, y quien mejor que Ricardo Darín para darle a un argentino real (aunque esta vez interprete a un cura).

Julian (Darin) es un cura que ayuda a una villa de Buenos Aires en todo lo que puede: educación, salud, consejería y a construir viviendas dignas con el apoyo del obispado argentino.

Luciana ayudará a los curas a combatir
la corrupción.

 Lleva a Nicolás, un sacerdote que se salvó de morir en Centroámerica, a que lo ayude en estos quehaceres y que conozca en carne propia lo que es vivir al lado de la miseria. Junto a Luciana, una abogada, buscarán por todos los medios acabar con la microcomercialización de drogas que impera en la villa, así como ayudar a que los niños y adolescentes ocupen sus ratos libres en trabajos dignos y que no caigan en el vicio ni en el trabajo sucio.

Así pues vemos como los tres protagonistas hacen un trabajo social en una villa argentina bajo el "elefante blanco", un gran hospital que jamás se terminó de construir y que lo dejaron al abandono. 

Trapero nos muestra la realidad de las villas, la forma como conviven sus habitantes con la sociedad argentina, dando que pensar sobre la forma como viven algunas personas quienes a veces les importa muy poco si su vida se resume al simple acto de sobrevivir como animales.

Por eso me gusta el cine de Trapero, porque sigue mostrando el verdadero rostro de una parte de América Latina.

Puntaje: 8 puntos.