PROSPERO´S BOOKS (1991)

Dirigido por Peter Greenaway.

Hay directores que no son apto para todos, ya sea por su manera algo porno de hacer cine, por su escasa distribución de cintas que dirigen o porque son demasiado artísticos, que suele ser difícil de presenciar una de sus pelas. Un director de aquellos que hacen cine del modo como lo sienten, es Peter Greenaway, al cual me cuesta mucho prestar atención en cada film que me toca ver de él. Y es que es una visión diferente, ni tan experimental.... me parece más artística, sin ser "quemada" o visualmente morbosa (sexo, sangre, violencia o algo bizarro no hay mucho en sus historias). Lo que el muestra más es el contenido, ya se visual o ya sea en su extraña forma de contar las cosas, usando planos que no son muy usuales en el cine comercial, y dejando de lado el convencionalismo para meter poesía visual en sus imágenes.

Próspero escribiendo su relato.

Esta vez Greeneway se atreve a contar, a su modo, la obra de Shakespeare llamada "La Tempestad", usando todo tipo de planos para comunicar varias ideas en torno a la historia de Próspero, ex-duque de Milán, desterrado por su hermano y su cómplice a una isla alejada de Europa, en donde vivirá con su hija.

Toda la historia es contada por el mismo Próspero. Nadie más habla. Estamos ante una especie de cuento, donde la voz en off de Próspero nos va narrando detalle por detalle, casi de forma poética, todo lo que pasó mientras estuvo viviendo en aquella isla y los años que le tocó vivir mientras su hija iba creciendo. 

Imágenes casi poéticas en toda la película.

Al llegar a la adolescencia, su hija se enamora del hijo de su pero enemigo. Aquel que lo obligo a irse de su ciudad y vivir en una isla alejada de toda familiaridad.

Los planes de venganza aparecen en la mente de Próspero e inicia así todo un proceso de revancha que busca apagar toda esa sed que padeció en el exilio.

La historia transcurre de una manera muy compleja que cuesta seguirla, ya que es contada a modo de cuento, en donde la voz de Próspero narra todos los hechos de una manera poética, acompañada de imágenes que parecen sacadas de coreografías de danza clásica. Es todo un experimento visual el que regala Greeneway, del cual poco rastro se le puede seguir, si es que no eres adepto a seguir este tipo de cine.

De todos modos, lo que se resalta del director es su perseverancia, ya que hasta el día de hoy, sigue haciendo ese tipo de cine, creyendo en sus gustos y en su punto de vista. Cine que siempre ha sido elogiado por la crítica especializada y ha estado alejado del cine comercial. Yo pienso que el cine de Greeneway es el gran polo opuesto que vemos normalmente en el cine.

Puntaje: 6 puntos.