Dirigida por Tomas Alfredson.
No es raro ni sorprendente que el arte escandinavo sea admirado por todo el mundo, ya que en la última década (y por qué no decir, en los últimos 25 años), han tenido una gran importancia no solo en Europa, también en todo el mundo debido a muy buenos prospectos que abarcan el cine, la literatura, la música y otras artes. Como este blog es de cine, tendría que nombrar varias películas y directores de estos países que comprenden la región escandinava, que han ganado numerosos premios y son hoy por hoy el sostén del cine europeo.
Esta vez me toca escribir sobre esta película sueca que toca el tema de los vampiros, pero que en esta ocasión tiene la particularidad de mostrarnos a niños como protagonistas, dejando helado a todo aquel seguidor de vampiros adultos o de aquellos que siguen la saga "Crepúsculo".
Oskar y Eli conociéndose en el barrio. |
Oskar es un niño algo inhibido y que tiene problemas en la escuela debido a su timidez. Callado y reservado, anda por la vida de manera solitaria.
Conoce de repente a una niña, de la cual se hace amigo. Lo raro es que la niña para más de noche que de día. Ella es Eli, quien en realidad es un vampiro, que es ayudada por su mentor Hakan, un adulto que le consigue cuerpos humanos para que se alimente de su sangre.
Oskar y Eli hacen una amistad que poco a poco se va volviendo más íntima, siendo oculta la verdadera identidad de Eli, para no alejar a Oskar de su entorno y poner su vida en peligro.
La historia no proyecta terror o suspenso en la gran parte de su metraje, mas bien es como una especie de drama bien diseñado (al puro estilo europeo), con sus silencios característicos y aquel panorama friolento que caracteriza a esas zonas de Escandinavia.
Eli alimentándose. |
La película sueca ha tenido tal éxito que tuvo que tener un remake gringo para así expander más los horizontes de este tipo de cine sobre vampiros.
No he visto la versión gringa (ni la pienso ver) pero me imagino que no supera a la versión original ya que no es mala y no me parece que haya merecido ser reversionada.
La actuación de los dos niños protagonistas es muy buena, destacando la buena puesta que realizan los actores adultos.
No es una trama densa ni tranca de digerir, pese a que es cine europeo. Tampoco tiene cosas cliché típica de vampiros ni cosas que uno piense son ya muy fantásticas. Mas bien sigue al pie de la letra todos los requisitos que tiene una persona vampiresca, que han ido rigiendo desde su aparición en el cine, como el terror a la luz, su profunda dependencia a la sangre, su habilidad inhumana, etc.
"Déjame entrar" es una digna cinta de vampiros que demuestra la buena creatividad que existe en países como Noruega, Suecia, Finlandia o Dinamarca, países escandinavos que siguen dando buenas películas que son admiradas en todo el mundo.
Puntaje: 7.5 puntos.
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