15 de mayo de 2012

ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTLESS MIND (2004)


Dirigida por Michel Gondry.

Antes de convertirse en director de cine, Michel Gondry asombró al mundo audiovisual por su particular estilo visual y gran capacidad de realización en el mundo publicitario y del videoclip, al dirigir varios spots de marcas reconocidas y filmar videoclips de artistas conocidos en el ambiente musical. 
Todo ese estilo y capacidad lo llevo a incursionar en el mundo del cine, notándose su sello personal en esta película que se ha convertido toda una obra de culto para aquellos quienes hayan tenido el privilegio de ver la historia de Joel y Clementine.
Clementine y Joel cuando aún se querían.
Conocida por estos lares como "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", nos muestra la historia de Joel y Clementine, quienes intentan olvidar como sea el amor que alguna vez sintieron el uno hacía el otro.
Una creativa historia que muestra aquel guiño que tiene Crowe para manipular la puesta en escena, así como para lucirse en fotografía y post edición.
El desamor, la desilusión, la depresión y la desconfianza pueden nacer de un solo lugar: el amor. Tanto Clementine y Joel asocian lo infeliz de su insistencia al amor, así que el mejor remedio para intentar ser feliz es el de matar al culpable y sacarlo de raíz. 
Existe el remedio creado por un médico que mediante a todo un proceso neurológico logra sacar de la cabeza a aquella persona la cual nos hace daño. Pero, es posible que los sentimientos y el recuerdo se borren por completo? Quién nos garantiza que al ver de nuevo a la persona no renazca lo mismo que fue supuestamente eliminado de nuestra cabeza?
El olvido es el mejor remedio?
Crowe juega con los tiempos y no deja que la historia nos maree, en ese sentido todo se entiende con normalidad y hay cierta limpieza a la hora que las escenas se asocian para explicarnos lo que en realidad ha pasado.
Las actuaciones de ambos actores son geniales (Carrey demuestra que cuando le toca un buen director, puede llegar a ser el buen actor que tanto anhela ser).  Lo de Kate Winslet siempre es genial. Siempre.
Clementine empieza con este remedio del olvido. Joel no se percata e intenta buscar alguna explicación que le ayude entender qué le paso a la mujer que tanto amó alguna vez.
La película no sigue un orden cronológico y tiene aquel guiño que caracteriza al cine y al arte de Michel Gondry. Cada escena es todo un proceso visual que el director sabe aprovechar y sabe controlar a la perfección, para que no luzca desatinado ni incoherente.
La escena de la pareja tirada en el hielo es tan simbólica, que debe ser una de las más recordadas de una película que justamente intenta resaltar el olvido.

Cuestiones psicológicas se entremezclan en la cinta, que nos hace pensar que tan bueno sería olvidar a alguien. 

Se podrá?


Puntaje:  8.5 puntos.

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