26 de febrero de 2012

EXTREMELY LOUD AND INCREDIBLY CLOSE (2011)


Dirigida por Stephen Daldry.

Cuando veo que una película es protagonizada por Sandra Bullock me da un mal presentimiento. Es que las películas en donde ella participa por lo general son diseñadas de una forma tan drámatica, que se percibe que son a propósito. Pero Daldry es un director que anteriormente ha ofrecido grandes películas como "Las Horas" y "The Reader", así que imaginaba que por esta vez la Bullock no sería una mala espina. 
Tengo que ser sincero en admitir que leí muchas críticas en contra de esta película, ya que es la gran sorpresa dentro de las nueve nominadas al Oscar. Primero porque no se la tenía dentro del grupo de favoritas y segundo, porque tiene solo dos nominaciones (mejor película y mejor actor de reparto), osea.... es casi imposible que se lleve el Oscar. 
Oskar aprendiendo de la vida con su padre.
La historia no me pareció buena. Denota el deseo oculto de querer un Oscar y no tener un concepto claro en su historia, que pierde ese encanto natural de una película..... porque simplemente es como una careta que se esconde en la típica trama lacrimógena familiar, para alcanzar otros propósitos. Daldry lo logra bien, eso si debo reconocerlo y darle todas mis alabanzas al respecto, pero yo buscaba algo más de historia y un poco más de emoción que no sea tan deducible. Y es que si de algo pecó esta vez el director fue de relatar una historia que busca la lágrima fácil e intentar conmover como sea al espectador, para así llevarse su aprobación, tocando un tema tan delicado de fondo, como es el del ataque terrorista del 11/9.
Luego de la muerte de su padre, su madre
intentará acercarse a él.
Oskar es un niño que vive con sus padres en New York. Su vida es tan apacible a pesar de que padece un terrible mal relacionado con el autismo. Es su padre quien lo ayuda a conectarse con el mundo exterior, haciendo que parezca un niño común y corriente (se siente poco esa enfermedad en la película), parando juntos por todos lados. Él es un padre que lo ayuda en todo sentido, creando y descubriendo cosas, lugares y situaciones diferentes cada día, siendo lo más ejemplar la manera como le pone retos cada día, intentando de que Oskar explote todo su talento e inteligencia en dichas pruebas. Ambos se llevan muy bien, pasando mucho tiempo juntos, siempre bajo la atenta mirada de su madre. Una familia feliz y unida.
Oskar y su viejo amigo sin nombre.
Los ataques del 11/9 acabarían con esa alegría y paz que la familia tenía en sus vidas. La madre cae en una terrible depresión de la que poco a poco logra salir, mientras que Oskar aún sigue pendiente de su padre, quien falleció en aquellos lamentables atentados.
Oskar tendrá que averiguar a que cerradura pertenece  la llave que encontró urgando en las cosas que padre tenía escondidas en su armario. Una llave que estaba dentro de un sobre con el nombre de "Black" (un apellido), indagando por toda Nueva York sobre el destino de dicha llave, lo cual lo llevará a una aventura, intentando descubrir el último mensaje que le dejó su padre.
En el camino descubre un montón de historias de gente que lleva dicho apellido, así como se hará amigo de un extraño viejo que vive en el departamento de su abuelo, quien será su pareja en dicha aventura.

No me logró conmover mucho la película, porque la encontré poco creíble en el desenlace (no me convencen las lágrimas de Sandra Bullock para nada) y porque creo que quizá debió ser menos evidente el director al intentar causar lágrimas a quien viera la película. Igual la actuación de Max Von Sydow no me pareció tan genial como para sacar de la nómina para los Oscar a Albert Brooks (genial en "Drive") o a Fassbender o Mortensen que la hicieron bien en "A dangerous method".

Esta es la película que tiene el 0% de probabilidades de llevarse el Oscar.

Puntaje: 5 puntos.


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