19 de noviembre de 2011

MELANCHOLIA (2011)


Dirigida por Lars Von Trier.

Hay que tener los sentidos siempre despiertos cuando se trata de mirar una película de Von Trier, porque lo que siempre plasma en sus obras es un conjunto de metáforas visuales y cosas que parecen no tener sentido, pero que en el trasfondo, guarda una simbología especial que intenta comunicar siempre algún miedo recurrente que éste tiene en su vida. Y digamos que "Melancolía" se presta como un tributo al fin del mundo, visto de una manera muy personal por parte del director danés, quien no intenta ser obvio ni basarse en aquel cine que tanto odia (al cual siempre combatió) y aún sigue teniendo guiños de alguna que otra norma de "Dogma95".
Justine en el fin de todo.
La actuación de Kirsten Dunst es genial. Esto obedece a que estuvo en las manos de un director como Von Trier que no se da maña de elegir actrices o actores así nomás por elegir, sino porque ve en ellos un arma que les puede servir y los explota de la mejor forma para lograr de ellos su mejor perfomance. Esto sucede con Dunst en la película, quien interpreta a una de las hermanas protagonistas de la historia, que son la base central de lo que pretende comunicar el danés. Justine es una chica triste, pesimista, que pese a estar en el día de su matrimonio, lo ve todo como que trágico y sin una sonrisa al final del camino. Von Trier relata su visión del fin del mundo, graficado en un planeta llamado "Melancolía" que se acerca peligrosamente a la Tierra.
La felicidad de una boda - la tristeza no
aparente de Justine.
El nombre del planeta tiene mucho que ver con la tristeza y/o depresión del director, de quien ya es conocida esta faceta desde su infancia. Un planeta que va contagiando de a pocos a las hermanas Justine y Claire, quienes viven este final de una manera distinta, la una de la otra. Justine es más apegada a la devastación interna, en cambio Claire acepta lo que viene con serenidad y paciencia, sin sucumbir ante la depresión que significa perder la vida.
La historia inicia justamente con el final del mundo, representado de una manera muy poética, en donde se ven escenas en cámara lenta que muestran como poco a poco la vida se va apagando. Esto me hizo recordar mucho al inicio de "AntiCristo", la anterior obra del director danés, quien también puso escenas que describían en parte el origen de la trama, antes de aparezca el título de la película.
Observando el planeta que de a pocos devora
el suyo.
La película inicia girando alrededor de la boda de Justine. La felicidad que se supone trae una boca contrasta con el interior de Justine, quien ve todo de manera triste, de manera muy exagerada. Los esfuerzos de su hermana y marido porque ella sea feliz en ese día, son en vano. Solo se ve a una Justine deambulando entre la alegría pasajera y la tristeza, como el planeta que se asoma y se aleja, que se agranda y se achata.
De a pocos vemos como es la personalidad de ella, para seguir en el otro capítulo a Claire, quien es más centrada y permisiva pero que de a pocos cae en un abismo de dudas y desilusiones, porque el destino es irremediable y debe comprender que el fin del mundo es lo único que cuenta.

Una película que tuvo muchos elogios en Cannes y en cuanto festival se presentó, pero que lamentablemente aún no ha llegado a Lima y es duda de que llegue. De todas maneras, nunca está demás ver una película de este gran director danés, uno de los más importantes de estos últimos tiempos a nivel mundial.

Puntaje: 8 puntos.

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