12 de noviembre de 2011

LA RONDA DE NOCHE (2007)


Dirigida por Peter Greenaway.

La manera como filma sus películas el galés Peter Greenaway es ya casi una forma patentada por él. Amante de los planos largos (generales), sin ser tan detallista ni tan apasionado por mostrar primeros planos ni siquiera planos bustos, es la muestra de que busca más por mostrarnos un todo en la imagen y no solo una parte. Es por eso que cuida demasiado su armado escénico e intenta darle protagonismo a la escena en sí y no al personaje.
Rembrandt
Es sabido por todos que su cine no es masivo ni busca el halago ni la aprobación de la crítica, mucho menos la concurrencia de espectadores y/o que sus películas se conviertan en "blockbusters". Sus puestas arriesgadas y una forma de contarlas tan complejas, nos ponen frente a un cineasta experimental quien siempre intenta que el arte sobresalga antes que otra cosa.
Esta vez nos muestra la historia de un pintor reconocido como lo fue Rembrandt, quien en el siglo 17 era muy famoso en Holanda y toda Europa. Pues bien, la película trata sobre el encargo que le han ofrecido a dicho pintor, de pintar a la milicia de arcabuceros de Amsterdan, para que queden eternizados en un cuadro.
La negativa del pintor es rauda y sin opción a desistir de su decisión, pero la insistencia de su esposa y amigos del entorno, lo hacen variar de opinión, aceptando el trabajo e iniciando así una serie de cosas que lo afectarán en todo sentido.
Lo que el pintor descubre tras una pintura.
Lo que se durante toda la película es arte. Lo veo así. Porque su pulida presentación, sumada a la buena labor de los actores y la gran adaptación a una época que no es la presente, logran transmitir una atmósfera artística y casi teatral.
Pues sí, el cine de Greenaway tiene tanto de teatro, desde la forma en como se presentan los planos, hasta la manera como los actores interpretan a sus respectivos personajes. El cine de Greenaway no busca nada más que transmitir esas complejidades y esa detallada visión que tiene el director galés sobre el cine en particular.
De la película no puedo hablar mucho, solo la sinopsis que ya detallé líneas arriba. No es que sea una historia simple de digerir, ni tampoco una de esas en donde reine lo banal y las escenas tontas, me parece que el ritmo es el apropiado y el desenlace se entiende. Hasta casi poético es.
La esposa del pintor tendrá un rol importante.
Lo bueno es que no decepciona. Lo bueno es que sigue siendo el mismo Greenaway osado e idealista. Que sigue en lo suyo, no siendo repetitivo ni buscando algún material reciclado para hacer sus películas. Yo lo veo como uno de aquellos directores personalistas, que siguen dirigiendo y mostrando sus trabajos, pese a que no cuenten con el apoyo general de las masas, pero si con el visto bueno de aquellos que gustamos del cine.

Eso sí, Greenaway no será masivo, pero no tiene mucho detractores (por no decir ninguno). Cosas de la vida y el cine.

Puntaje: 6 puntos.

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