Dirigida por Anne Fontaine.
Sinceramente.... que historia para más rara. Claro, el trailer nos dice ya algo de lo que se verá, pero en serio.... no se me cruza en la cabeza que una historia como ésta pueda ocurrir en lo real, fuera de que sea solo algo de ficción. Y es que la trama nos cuenta sobre dos amigas de la infancia, Liz y Roz, quienes crecen juntas en una comunidad australiana que cuenta con un hermoso paisaje (puro mar). Con el pasar de los años y al quedar solas por diferentes razones, sus dos hijos son el pilar de su vida. Estos chicos, jóvenes, conviven con ellas y forman una familia que de a pocos va agarrando otro tipo de sentimiento... que de a pocos irá cambiando la vida de los cuatro.
Dos amigas que se conocen desde niñas |
Ambas madres son guapas, qué duda cabe, pero el hecho de pensar que tendrán un idilio con el hijo de la otra y que todo suceda de manera normal... es difícil de creer. Ese morbo quizá sea el que alimente para que ambas amigas no rompan el lazo de amistad y compartan ese sentimiento y pasión con el hijo de la otra. Un romance que solo el tiempo pondrá punto final, cuando la realidad las haga chocar con lo que es la vida en si: los chicos crecen, conocen chicas de su edad y se van. Pero, cómo se afronta eso desde cada perspectiva?
Los chicos crecieron con ellas, las valoran como tal y su vida siempre ha tenido su presencia. En cambio ellas, quienes son solteras por diversos factores del destino, la belleza y juventud se les va yendo... saben que ya les queda poco por disfrutar de los goces de la vida.
Todo comienza con el tacto |
Una película con un tema muy difícil de tocar y, sobretodo, de conciliar, ya que seguramente chocará con algún espíritu puritano que se atreva a mirar la cinta. Lo bueno es que la director plantea bien lo que quiere comunicar y no choca con ningún tipo de inmoralidad, logrando que los hechos transcurran de la manera más natural como pudieran ocurrir en la vida real, sin que haya algo fuera de foco que deforme la percepción de lo que se quiere entender. Ambas madres pondrán en el fuego su amistad, el amor que sienten hacia el hijo de la otra y los deseos carnales que sienten, al saber que son pocas oportunidades que les queda para disfrutar de su sexualidad. Es en ese punto que la empatía por lo que siente la otra (amiga) surja como el remedio salvador para que la amistad de años que tienen, no se rompan. Pero,¿lo que siente funcionará?
La cinta explica eso y los desenlaces no son para nada descabellados, y pareciera que en cierto modo decepciona un poco el final... porque creí que sería menos obvio... pero bueno, habrá a otras personas que les guste el final.
A mi me encantó la manera como mostró un tema raro de entender y de ver en la realidad, ya que su visión analítica de las cosas pudo más que algún tipo de estereotipo erótico que siempre se ven en este tipo de películas.
Puntaje: 7 puntos.
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