18 de septiembre de 2013

LILA SAYS (2004)


Dirigida por Ziad Doueiri.

El inicio en el amor (y en el sexo) suele ser algo inocente, inofensivo y hasta tonto. Aunque algunos intentan no ir por ese camino y aparentar que son ya recorridos en ciertos temas, solo por llamar la atención y tener una mejor suerte en la búsqueda de ciertos intereses. Así es la historia de Chimo, quien nos relata esta historia de su juventud cuando conoce a Lila, la chica guapa de su barrio quien vuelve loca a todos con el solo hecho de salir. Y es que su rostro angelical contrasta con la sensualidad que irradia y esa mirada que mata a quien la observa. Y si un chico como Chimo, inexperto en el amor, inocente en la sexualidad y tímido para tratar con mujeres, se cruza con ella.... tiene las de ilusionarse y perder.
Lila, la de cara de ángel que perturba mentes
Lo que me gusta de la historia es que se percibe erotismo en muchas escenas pero sin usar imágenes sexuales. No hay desnudos ni cosas por el estilo, solo un juego erótico que intenta mostrarnos la doble percepción de las cosas. Lila es así. Es experta en crear fuego donde no lo hay. Incendia la mente de los hombres que la rodean, contaminando mucho su imagen que es criticada por su tía, quien no concibe la idea de que ella sea tan coqueta. Es en esa atmósfera como conoce a Chimo, quien siempre para con sus amigos quienes son totalmente opuestos a su personalidad. Muy atrevidos, groseros y con la líbido que se les chorrea por todos lados.
Ella explotará su coquetería al máximo
Lila es la culpable de que Chimo ya no sea el mismo. Él no la ve como un objeto físico, pese a que su atracción comienza de ese modo, sino como la musa de su vida, como aquella protagonista del sentimiento que siente por primera vez: el amor. Y claro, como todo hombre, sueña con poseerla y sucumbe ante sus encantos, que no son otra cosa más que coqueteos y acciones desafiantes de Lila, para mantenerlo bajo su control, por así decirlo.
Me gustó, lo vuelvo a decir, por ese extraño erotismo que llevan sus imágenes,  por la edad de los protagonistas y por lo natural que se muestra en muchos pasajes. La sexualidad de Lila va mucho más allá de una diminuta falda o de un escote sugerente, ya que su labia es la que finalmente domina la mente morbosa de los hombres que se topan con ella. Solo que cuando se topa con alguien quien la ve con otra perspectiva, puede o fallar o fallar. 

Puntaje: 6.5 puntos


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