24 de febrero de 2011

LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO (1988)

Dirigido por Martin Scorsese.

El mundo católico vive inmerso en un montón de teorías acerca de la creación del hombre, de la existencia de Dios, de algunos profetas, de algunos "héroes" bíblicos, de ciertos milagros o ciudades que en ese libro se relatan, y claro, sobre la vida de Jesús. Se dice que cada libro de la Biblia es libre de interpretación, así como si existieron o no ciertos personajes. El caso es que, teniendo esto como opción, cualquiera es libre de interpretar a su modo (depende mucho el grado de creencia) ciertos pasajes bíblicos, así como dudar de la veracidad de ésta. 
El gran director Martin Scorsese, que tuvo una infancia ligada con la religión, dio su punta de vista (para mí acertado) sobre la vida del llamado hijo de Dios, a quien lo puso como un ser humano como nosotros, sin vestirlo de divinidad ni diferenciarlo del resto.
Jesús y sus apóstoles.
Scorsese se basa en la novela de Nikos Kazantzakis, que lleva el mismo nombre, y en donde se relata la vida de Jesús de diferente manera como la conocemos a través de los evangelios de la Biblia. Pues bien, a mi me pareció correcto el personaje de Jesús, porque es tan ser humano como el resto de humanos. No lo ponen como una divinidad ni tampoco se la ponen tan fácil. Es obvio que si aparece un broder que dice ser hijo de Dios y quien se llama así como el "Mesías", sea tildado de loco o tarado. Es la purita verdad. Y así lo presentan a Jesús, como un hombre quien descubre que es hijo de Dios y que tiene la misión de predicar la palabra y librarnos del pecado. Nada fácil su misión.


Jesús no la tuvo fácil. La película nos muestra que antes de esta vida de "Salvador", fue un humilde carpintero, quien recibía el encargo de construir cruces, destinada a aquellos que incumplían con la ley romana y recibía la pena de muerte, siendo crucificados. Para el pueblo judío, el carpintero Jesús, era un vil traidor. Con todo esto, recibe el 
Jesús llevado a su destino final.
llamado de Dios y va al desierto a pasar las tentaciones del Diablo, quien le dice que hay modos sencillos de dejar el cargo difícil que le había impuesto Dios.
Esto no sirvió de nada, y mas bien avivó más los objetivos de Jesús. Pero el pueblo de Jerusalen y de los pueblos que visita no lo ven como el salvador. Es mínimo el respaldo que recibe. Solo los que luego serían sus apóstoles, lo verían como el Mesias. Y también Juan Bautista.


Scorsese nos muestra un Jesús con dudas, con problemas existenciales, con sentimientos encontrados, con el reto jodido de que le crean que es el hijo de Dios, con Judas como su mejor amigo. Lo presentan como hombre y no como hijo de Dios. Eso es lo que agrada, porque lo acercan mucho a la realidad, y es probable que así haya sido.
El ángel que le da a elegir la última tentación.
Hay una parte en la película, en donde Pablo dice una gran verdad: "El hecho es que nosotros hemos dicho que eres el hijo de Dios a los pueblos donde hemos ido, y nos han creído. Esos pueblos necesitan creer en alguien para no vivir atormentados con la presión romana. Tú crees que si les decimos que es falso, te van a creer? No le quites la ilusión al pueblo".
Mejor no pudo ser su floro. Da a entender que a veces de bolas, se pueden crear divinidades falsas, solo por el simple hecho de tener a alguien en que creer. Duro pero real.


Una película cuestionada en su tiempo, que años después de verla x primera vez, me deja otro mensaje y otro concepto que ahora he compartido. Me parece de lo más natural y sin contradecir a los católicos y su fe. Es el punto de vista de un director que cuestiona ciertas exageraciones de la Biblia, y que pone al hijo de Dios, como un hombre común y corriente. Un hombre como debió ser.


El trailer:


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