Dirigida por Tom Hooper.
Esta película británica, en donde sobresale la gran actuación de Colin Firth, muestra lo humano que puede ser cualquier persona que pertenezca a la realeza imperial de algún reinado existente en el mundo. Ellos pueden tener los mismos problemas físicos o patológicos que tiene cualquier personas común y corriente, y esta película refleja eso y la impotencia del rey por querer superar su problema (tartamudez) ya que cada intento lo frustra de creer que exista alguna cura para poder hablar de manera normal.
La actuación de Colin Firth es formidable. Interpretar a un hombre, el Duque de York, quien tras la pérdida de su padre (quien era el Rey en ese entonces) y la abdicación de su hermano al trono (Eduardo VIII), es nombrado como el nuevo rey inglés, pese a que su miedo no lo quiera aceptar.
Jorge VI a punto de dar un discurso. |
El miedo del nuevo rey Jorge VI, es causado por la tartamudez que sufre, lo cual le impide hablar con fluidez, siendo un obstáculo para los discursos que tenga que dar en el futuro, como el nuevo rey británico, cosa que lo asusta demasiado, por el papel bochornoso que pueda desempeñar.
Felizmente, su esposa Elizabeth consigue la colaboración de un terapeuta experto en estos problemas del lenguaje, quien en base a métodos algo ortodoxos, intentará ayudar al rey a corregir este terrible mal que lo hace infeliz.
Me encantó la fotografía de la película y los decorados, que ambientan de gran manera la época en la cual se desarrolla la trama. Son los años 30s, e Inglaterra (y Europa en general) está próxima a una nueva guerra mundial.
La ayuda de su esposa, fue vital para combatir la tartamudez. |
El rey Jorge VI sabe que el será vital para que el pueblo inglés salga adelante en esta terrible guerra que está por iniciarse, y comprende que debe vencer su problema de dicción, para servir como voz de aliento a su pueblo.
Los trabajos actorales de Helena Bonham Carter y Geoffrey Rush son aceptables. No superan a sus competidores en el Oscar, pero al menos sirven de gran ayuda para todo el gran desempeño que realiza Firth. Este actor inglés realiza una magnífica interpretación de una persona tartamuda. Los gestos, los tics, los cambios de humor debido a la cólera que debe sentir una persona por no poder salir de este mal, hacen de su papel, uno de los mejores del año.
Lionel, supervisando la dicción del rey. |
"El discurso del Rey" nos mete en el personaje de un humano más que el de un rey. En ningún momento se siente tan distante la distancia que hay entre estos personajes de la realeza con el de una persona normal. Una enfermedad o una discapacidad los hace tan humanos como nosotros. La ayuda divina ya no les sirve de nada, y tienen que recurrir a la ayuda de una persona, que no está relacionada directamente con la ciencia, pero que conoce del oficio. Es gracioso ver al rey ir a la jato de Lionel (el terapeuta) y que entre ambos se tuteen. No existe una distancia entre ambos, eso hace que la película no se torne tan clasista y eso es agradable.
Esperemos que se estrene en Lima y no esperen a la gala de los Oscar para hacerla. Me sigo quedando con "Black Swan" como mejor película. Eso sí, Collin Firth me gustó en su papel y sería justo que se lleve el Oscar, aunque James Franco también lo hizo bien en "127 hours", pero eso ya se verá....
Los dejo con el trailer:
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