Dirigida por Andrés Wood.
Que agradable es conocer personajes importantes para otros países (y por qué no, continentes) a través de películas. Sirve de mucho porque vas conociendo más sobre su cultura y los hombres y mujeres que la forjaron. Yo no tenía idea de quién era Violeta Parra, ni que tan importante resultó para el folklore chileno. Esta película ayuda a descubrir un poco sobre su vida, su manera de pensar, el arte que cultivó y su importancia para la música y cultura chilena.
Violeta, su guitarra y su voz |
Violeta Parra es algo así como Mercedes Sosa para la Argentina o Manuel Chaprado para nuestro Perú, una cantante que se alimentaba del folklore chileno para expresar lo que sentía, sin mucha vena política en sus canciones pero si un marcado compromiso social en su vida diaria. No gustaba mucho del capitalismo, ya que era muy apegada a los suyos y a su realidad como indígena.
Como leí por ahí: "Antes que Dylan existiera, ya vivía Violeta Parra". Y es que es cierto. Violeta transmitía mucho sentimiento en su música. Solo ella y su guitarra bastaban para llenar de sinceridad un ambiente, en base solo a su música y su voz. Ella decía que la tristeza que sentía se veía reflejada en su manera de cantar. En sus letras y sus melodías.
Con Gilbert Favre, su gran amor |
Violeta Parra fue un símbolo para la cultura latinoamericana, ya que impulso y motivó mucho a que la música popular chilena surgiera y ser el baluarte del cual varios cantautores se han basado, para componer y hacer folklore chileno. Y pienso que no solo en el país del sur la imagen de Violeta es una gran influencia, ya que pude investigar al respecto sobre el enorme respeto y admiración que Mercedes Sosa tuvo hacía ella.
La vida de Violeta fue muy dura y siempre apegada a lo suyo: la cultura popular. Aparte de la música, se dedicaba a otras expresiones artísticas como la escultura y la cerámica. También apoyo a otros músicos, cuando en los finales de su vida construyo una enorme carpa con la finalidad de convertirla en un gran centro cultural, para diversas manifestaciones artísticas.
Violeta Parra se suicidó en 1965 a los 49 años, dejando un gran legado cultural a Chile y a Latinoamérica. Hasta hoy en día, varias de sus canciones han sido versionadas por varios músicos, quienes ven en ella a la gran precursora de la música popular en Sudámerica.
Puntaje: 7 puntos
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