Dirigida por Robert Lorenz.
Algo que llama la atención de la cinta es el regreso a la actuación del veterano tío Clint, porque había dicho que con "Gran Torino" ponía fin a su rol como actor de cine y que solo se encargaría de dirigir. Algo habrá hecho Lorenz para convencerlo (pesa mucho el hecho que sean amigos y que haya producido varios de los films de Clint), así que la cinta ganó notoriedad por verlo nuevamente en la pantalla grande. Otra cosa, no menor, es la presencia de Amy Adams, una gran actriz que siempre da la hora en Hollywood. Muchos dicen que es la nueva Meryl Streep, aunque aún le falta detalles para acentuar ese cintillo que parte de la prensa mundial le ha otorgado.
Justin interpreta a un retirado lanzador de beisbol, a quien Gus descubrió. |
Pues bien, me gustó la película por varios factores. Porque es siempre interesante ver al tío Clint como actor, y ahora ya de viejo interpreta a la perfección esos personajes de tíos de avanzada edad, renegones de la senectud y con un carisma gélido, que por ratos sueltan espasmos de ternura. En este caso, el personaje le cayó a pelo, porque pareciera que Clint se interpreta así mismo.
Otro motivo del que me gustara es que no destila tanto dramatismo como uno pudiera imaginar, ya que la película tiene un nombre que uno siente que está destinado para hacer llorar o conmover a las personas. Felizmente el director no se empeña mucho en hacernos sentir eso, sino que se centra más en giros del destino, acompañados de una cuota romántica (siempre necesaria) y aprendizajes de vida.
Gus y su hija Mickey buscando ser padre e hija nuevamente |
Otro factor es que el director supo controlar la sobreactuación que siempre tiene Justin Timberlake, quien es irregular en su desempeño pero que logra ser manejado a precisión para no hastiar tanto.
Lo de Amy Adams siempre es genial, demostrando buena química con Clint, sobre quien no cae todo el peso de la película, ya que lo comparte justamente con ella. Otro actor que últimamente tiene roles secundarios pero que nunca falla es John Goodman, quien siempre que aparece en pantalla, le da puntos a la cinta.
"Curvas de la vida" nos muestra la vida de un veterano cazatalentos de beisbol, Gus Lobel, que está a portas del retiro. Su hija Mickey, una exitosa abogada, dejará de lado su trabajo para acompañarlo en una última gira, intentando retomar el lazo padre-hija que tan dañado lo tienen.
Una película para verla una tarde cualquiera y que estoy seguro que a muchos le agradarán. Aparte, siempre es bueno ver actuar a Clint, un actor de la vieja escuela del cual siempre se aprende mucho.
Puntaje: 6.8 puntos
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