14 de abril de 2013

OCTUBRE (2010)


Dirigida por Daniel y Diego Vega.

El cine peruano en los últimos 10 años ha cambiado demasiado para bien. Todo esto se debe a lo que pasó con "La teta asustada" y su logró obtenido en el Festival de Berlín, aparte de su tan sonada nominación a los Premios Óscar. Aquello abrió la posibilidad de que varios cineastas tuvieran fe y se la creyeran más, embarcándose en proyectos más afines a sus gustos, pensando más en tener eco no solo en el Perú, sino también a nivel internacional. Es bonito leer o escuchar que varias cintas peruanas tienen éxito en el exterior y que han logrado ganar premios importantes, pese a que cuando llegan a la cartelera limeña, no se les da la debida importancia. Mucho de ello depende de la campaña publicitaria que se haga y a que, lamentablemente, el público que asiste a los cines de por acá, está acostumbrado a un tipo de trama más fácil de percibir y sin tanta complejidad. Quizá sea culpa de las distribuidoras que nos llenan las salas de cintas sin ningún tipo de contenido, con escasa recordación y que son poco valoradas (incluso criticadas) en el exterior. 
Clemente y una vida solitaria
 "Octubre" es la típica película para festivales, por su estilo narrativo y por su desenlace, pero eso no mella de que sea una película difícil de digerir. Tiene todo el sello de Trapero en su estructura (incluso creería que es una pela del argentino, a no ser porque sé que los actores son peruanos) en donde se muestra el comportamiento natural de una persona y el lugar donde vive, en donde no todo gira en torno a un eje argumental, sino que se va dejando guiar por las circunstancias y que por ende, no tiene un desenlace tan resaltado. Ésto quizá muchos no entiendan pero es algo que se da últimamente en el cine latinoamericano con mucha fuerza y que ha logrado cuajar bien en Europa, cuando éstas cintas son proyectadas por allá.
En su día a día: dando préstamos
Las actuaciones son buenas y se ve mucho la mano de los directores para saber acoplar el talento de los interpretes a lo que quieren transmitir en la historia. Lo de Bruno Odar es bueno y me sorprende, porque es aquí en donde un actor demuestra que tan bueno es. Sus silencios son bien tapados por gestos y otros ademanes que llenan las escenas en donde solo abunda el silencio. Los planos bien cuidados al detalle, la cámara estática que percibe el sonido ambiental, el no uso de música incidental, la cámara mostrando acciones triviales que se vuelven importantes y una historia que nos muestra la frialdad de una persona y su deseo por intentar cambiar lo gélida que se ha vuelto su vida.
Quizá muchos no valoren esta cinta. Yo valoro el hecho de que en el Perú se está haciendo buen cine y, lo mejor de todo, se está apostando por lo que uno quiere y no por lo que dicta el "mainstream". Todo bien con aquellos que deseen hacer cine convencional para hacer dinero con ello, total... es su óptica y no hay nada que objetar, pero más admirable es ver a aquellos que apuestan por lo que les gusta y por lo que piensan, y que luego obtienen reconocimientos en el extranjero. Es ahí cuando recién acá tienen eso (eso es lo malo).

Puntaje: 8 puntos.

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