Dirigida por Baz Luhrmann.
Una película dirigida por este hombre nos permite observar la belleza de una ciudad desde una estética visual bien cuidada, que pareciera sacada de un videoclip y que lleva ese ritmo trepidante en cada una de sus tomas. Es por eso que deleita la visión y adorna con finura el argumento de la historia.
Estamos ante una trama donde el romance es el ente protagonista, pero es aquel funesto amorío entre dos personas que viven un amor imposible, que esta enmarcado en la tragedia y avanza lentamente hacía un final que se avisa desde un inicio.
Luhrmann falla en entregarnos una fallida obra de teatro adaptada al cine, porque sinceramente es lo que pude observar.
Las actuaciones son exprimidas hasta cierto punto, notándose que muchas de ellas no llegan estar acorde al ritmo que las imágenes van imponiendo, sobretodo la de Dicaprio a quien observé con detenimiento y pude darme cuenta que no pudo cuajar dentro del elenco.
Las postales que deja la película son hermosas, así como el extremo cuidado que cada escena, cada plano y la fotografía dejó en el recuerdo. Igualmente la buena perfomance en la vestimenta (premios para ello) y la manera como se nos muestra a la Nueva York de los años 20.
Mucho cuidado le tiene Luhrman a los detalles visuales de sus obras, como si fuera un pintor o fotógrafo, cuidando al detalle cada elemento de su cuadro. En ese sentido, no falla en ningún momento, pero descuida al actor y su desenvolvimiento, pudiendo regalarnos una obra mejor cuidada en lo central: actuaciones.
Y es que "El gran Gatsby" deja de ser un remake para convertirse en la obra de Luhrmann, totalmente ajena a la anterior cinta sobre el libro de F. Scott Fitzegarld y siendo más contemporánea.
Uno de los primeros grandes estrenos del año que no fue decepcionante pero que se esperó mucho de ella, por el elenco y el director, quien aún ha dejado en el recuerdo aquel inolvidable musical llamado "Moulin Rouge".
Puntaje: 5 puntos
