Dirigida por Wes Anderson.
Lo logró. Y bueno, una obra de arte se manifiesta por muchas cosas, empezando por la capacidad y genialidad del director. La historia, escrita por el mismo director en conjunto con Roman Coppola, nos muestra todo su universo. Aquel mundo infantil que aún sigue perenne en su mente y que es explayado de tal forma, que cada escena es un poema visual, porque la preocupación de Anderson por cada pieza que compone la imagen que muestra, los cuidadosos planos que utiliza y la magnifica manera de parar a los actores frente a la cámara, crean una armonía que roza con la perfección.
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| Padres, lider boy scout y polícia se unirán para buscar a la parejita |
Una historia que nos habla sobre el amor de dos niños, quienes deben escapar del mundo en el que están para intentar ser felices (sí, lo sé, es una trama que podría pasar en personas adultar, pero verla en niños es tan creíble).
El reparto adulto pasa a tener un papel secundario, pese a los grandes nombres que hay en el elenco (Bill Murray, Tilda Swinton, Edward Norton, Bruce Willis, entre otros), ya que los verdaderos protagonistas son los niños, quienes nos muestran que el amor entre ellos es tan puro, tan inocente y tan sincero que me pongo a pensar.....lo feo que debe ser llegar a la adultez y empaparte de tanta mierda para dejar de lado el niño que uno guarda por dentro.
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| Sam y Suzy intentarán buscar un mejor mundo donde vivir y enamorarse. |
El cuidado especial en el decorado, en los colores, en los planos de cámara, en la colocación de cada actor en dichos planos (una increíble armonia entre actores y escenario) y una locación que existe en la vida real (no se fabricó una isla para la película) hablan mucho de la calidad como cineasta de Wes Anderson, quien ya lleva tiempo realizando films de gran valía, solo que esta vez me parece que ya llegó a la madurez.
El propio Willis reconoció que le agradaba la idea de filmar con él desde hace tiempo, porque sabía de su calidad y de su manera de dirigir. El resultado final es hermoso a la vista y una historia que se compone por aquello quizá muchos vivimos en nuestra infancia, en donde eramos capaz de todo (por pura ingenuidad) por aquella chica que nos gustase.
Pareciera que es un cuento o una fábula, pero en el mundo de Wes Anderson las historias pueden ser reales, solo que la manera como las fabrica.......son tan personales, que de hecho está creando escuela.
Una pequeña obra de arte de este año que estoy seguro será reconocida en los Premios Oscar.
Puntaje: 9.5 puntos.
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