LOS MARZIANO (2011)

Dirigida por Ana Katz.

Brillante la historia que la argentina Ana Katz junto a su hermano Daniel escribieron, porque es una comedia que no tiene la pinta de ser exageradamente graciosa, pero que tiene los toques ideales para pasar un buen rato. El cine argentino atraviesa por un buen momento, ya que jóvenes cineastas comienzan a emerger y ganar notoriedad con buenas historias, con actores consagrados que se adaptan muy bien a estas novedosas historias y con el apoyo congraciente de público y crítica.

Juan llegando a la capital para hacerse chequear.

"Los Marziano" se vio por estos lares gracias al Festival de Cine de Lima, en donde se pudo apreciar la historia de una familia, específicamente la de dos hermanos, quienes pese al distanciamiento y a la poco comunicación entre ellos, se vuelven a encontrar.

Son dos vidas totalmente distintas pero unidas por los lazos sanguíneos que tienen. Juan (G. Francella) es un hombre que no tiene un trabajo estable, vive separado de su mujer y encima, tiene un problema neurológico que ha ocasionado que pierda la habilidad de leer. Sí, no puede leer nada (algo raro pero que parece que puede llegar a suceder).

Luis Marziano (A. Puig) es la otra cara de la moneda. Un hombre exitoso que vive en una lujosa casa en Tigres (una zona parecida a La Molina, solo que es más ficha), acompañada de su esposa. Una mañana jugando golf, cae en un pozo que apareció de la nada, fracturándose el brazo y ocasionando que inicie una especie de paranoia con estos pozos que aparecen en el campo.

Luis renegando por cada cosa que le sucede.

Ambos hermanos no se ven hace tiempo, producto de ciertas enemistades y problemas financieros. La enfermedad de Juan hará que éste viaje desde la provincia en donde vive hacia la capital argentina, para hacerse chequear por médicos.

Lo que hace Francella es agradable, porque el solo hecho de verlo sin que diga nada, da risa. Sus muecas, sus gestos, es un actor que sabe muy bien manejar este tipo de cosas. Por otro lado, lo de Puig pasa más por la seriedad y el interpretar a un hombre muy renegón (quizá la edad) y algo paranoico con los problemas que le suceden. Ambos actores encarnan bien sus papeles, en una historia muy bien contada y con un final medio tibio pero que me dejó conforme. 

El trabajo de Katz es bueno en dirección, así que veré que más tiene esta joven directora.

Puntaje: 7 puntos.