18 de septiembre de 2011

CAMINO (2008)


Dirigida por Javier Fesser.

Hay historias como estas que a veces no son tomadas mucho en cuenta por el famoso estereotipo de saber como iniciará y como terminará la película. Y es que no se toma en cuenta mucho el trasfondo de la misma, porque es tan obvio que le quita a uno el sentimiento de creer que se esta viendo un caso de la vida real. Felizmente "Camino" no es así. Es una película que intenta contar algo más que una simple niña enferma de cáncer que no las tiene todas consigo para seguir existiendo en esta vida. Se entremezclan la religión, la niña aferrada a la vida, los padres tan distintos uno del otro y el ambiente que rodea el caso. Por momentos uno tiene cólera de la forma como presentan al sector católico (en este caso a la madre devota y a los sacerdotes) y por otro lado algo de ternura con el amor que irradia la pequeña Camino a lo largo de toda la película.
Camino, la pequeña que sufrió una penosa
enfermedad.
Lo bueno de toda la historia es la forma como el director planteó la enfermedad de la niña desde el punto de vista de ella misma. Un juego de utopías o irrealidades que son casi como metáforas que ella relaciona con lo penoso de su situación. En todo caso, ella lo ve de una forma totalmente distinta a como lo ven médicos y la parte religiosa del asunto. Y es que su madre es ya casi exagerada al momento de sentir la religión. Cae espesa y egoísta. A comparación del padre, la madre se muestra como un ser autoritario, que pareciera que sirve a un amo y no a un Dios (disculpen, pero yo lo vi así), con lo que genera demasiada cólera.
Los sueños o pesadillas de Camino, tuvieron
que ver mucho en su realidad.
Camino es una simple niña que tuvo la mala suerte de tener esta enfermedad de mierda que la postró en una cama y la hizo sufrir demasiado hasta sus últimos días. No contento con eso, su madre intenta alejarla del mundo que ella tanto adora, como lo son sus amistades, sus lecturas, sus gustos y todo eso, que la madre estúpidamente cree que la alejará del camino de Dios. Patético, sí. Es ahí que el padre se muestra como el lado bueno de la historia. Aquel que la engríe y le concede esos pequeños caprichos que logran sacarle una sonrisa  la pequeña. Una sonrisa ya es demasiado, teniendo en cuenta los sufrimientos que tiene que pasar, debido a los terribles dolores corporales y al hecho de perder cabello y verse transformada por los diversos remedios que los médicos le recetan.
La religión presente de manera controversial
en el desarrollo de la historia.
La religión mete su cuchara también en la película. El fanatismo de su madre hace eco en algunos curas y personas relacionadas con el catolicismo, quienes ven a la niña como una santa. Para ser exactos, es el Opus Dei...quienes meten sus narices en el caso de Camino. A pesar que el padre intenta alejar a ellos de la enfermedad de su hija, la madre encaprichada (y perteneciente a esa Orden), logra convencerlos de que su hija ha recibido un regalo de Dios, quien le pone esta enfermedad como prueba para que demuestre el amor que le tiene a Jesús.

Lo paradójico es que existe un Jesús en la vida de Camino. Es un amor platónico que tiene ella. Un niño de su edad, quien pertenece al taller de teatro al que ella pertenecía, en donde se fijó en el él y del cual sentía una gran atracción. 

"Camino" es una película que transmite diversas emociones. Por un momento confunde, por otros enternece, y lo principal..... mucha pena por los sucesos lamentables que se verán en la historia. A veces la vida es tan injusta con los más pequeños, que no han vivido aún. Pero weeeno... por algo pasan las cosas.

Puntaje: 9 puntos


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