15 de junio de 2011

IDIOTERNE (1995)


Dirigida por Lars Von Trier.

Cuando revisaba la filmografía de este director danés, me dí con la sorpresa de este título llamativo, que en español fue titulado "Los Idiotas". Conocido ya como es Von Trier, me dio cierta curiosidad verla. Lo logré hace un buen par de años y puedo decir que es una historia agradable y con una enseñanza enorme. Siempre diré que el cine de Von Trier es normal y común, lo que lo hace jodido (o weno, algo complejo) son las técnicas narrativas y la forma como usa la cámara para hacer los planos de sus escenas. Y es que Von Trier creo "Dogma 95", aquella cofradía que intentó revolucionar el cine, saliéndose de los esquemas clásicos y ya planteados de como se debía filmar una película. El danés simplemente puso todo al revés y creo una corriente que varios siguieron. Su cine se ganó el respeto de la crítica (Cannes, Toronto, Berlín) y pasó a ser un director muy respetado.
Los Idiotas intentan nadar en la piscina.

"Los Idiotas" trata sobre idiotas, así de simple. Y es que no sirve de mucho contar lo que intenta decirnos el danés, porque sino cagaría el feelin de la película a más de uno.
Podemos observar una historia que podría ser vista y/o tratada en cualquier película de corte gringo, solo que se ve la gran diferencia que impone el manifiesto de Dogma 95. Por ejemplo, no existe el montaje. Las escenas son filmadas, y así como fueron grabadas, son expuestas. No hay edición ni nada por el estilo de por medio. 
No existió guión. El danés planteó una escena y los actores tuvieron que improvisar y darle vida a la escena y un giro coherente.
Otra cosa es que se nota demasiado la cámara en mano (en toda la película es así) y las locaciones algo rurales (por así decirlo) ya que se nota que no son ambientadas ni hay algo de escenografía.
En su mundo no existe tabúes ni reglas que frenen
su libertad de vivir.
"Los idiotas" son un grupo de personas que viven en una jato, apartados de la sociedad y en perfecta armonía. Son felices a su modo, pese a que la gente los mira como seres anormales, cuando éstos salen a caminar por las calles, a comprar al supermercado o a comer en algún restaurant.
Es así como Karen los conoce. Ella es una chica común y corriente (no es idiota) y decide sumergirse en el mundo de "Los Idiotas", compartiendo con ellos el día a día en la casa en donde ellos viven como una pequeña comunidad. Con el pasar de los días, llega a adaptarse a la vida de ellos y a darse cuenta que tan idiotas no son, ya que dentro de todo, son seres humanos que tienen sentimientos, que piensan y que extrañamente razonan mejor que las personas que dicen no ser idiotas.
Jen Albinus, un habitual en el cine de Von Trier.

Y es que en realidad no son "idiotas". La razón por la que viven alejados en una jato, comportándose como retardados mentales y saliendo a la calle simulando ser eso, es porque están hartos de la sociedad.
La película es una crítica abierta a la discriminación predominante en ese entonces, hacía personas que padecían este tipo de enfermedades. Y es que me dí cuenta que las personas normales de la película, son en realidad los más idiotas. 
Von Trier expone una historia muy buena y digerible, con el aditivo de usar un lenguaje no convencional que no distorsiona ni dificulta el entendimiento de la misma.
Le da más realismo a la trama y nos dice que no es necesaria tanta huevada para poder contar una buena historia. No es indispensable tantas técnicas para grabar una película. No es importante saber mucha técnica, para transmitirte sensaciones en una sola escena.

Por eso y muchas cosas más, Lars Von Trier es uno de los mejores directores de esta época. Un revolucionario que sigue firme en sus ideales y que nos sigue brindando grandes obras maestras, que no tienen la forma, pero sí el fondo.

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