17 de enero de 2012

EL PIANISTA (2002)


Dirigida por Roman Polansky.

Adrien Brody debe ser el hombre con más suerte en este mundo, porque como actor no es tan bueno, pero se le cruzó en el camino la chance de interpretar Władysław Szpilman, un pianista polaco que vive inmerso en plena 2da Guerra Mundial. Digo que tiene suerte, porque el papel le caía bien a cualquiera que hubiera tenido la chance de interpretar dicho papel.
Seamos sinceros, en que otra película ha destacado como actor Brody? En casi ninguna. Últimamente está haciendo ya película de bajo costo o de menor valía, simplemente porque no lo llaman para hacer papeles de grueso calibre. Con esto no quiero iniciar una mala crítica hacía la película, todo lo contrario, me parece que lo que hizo Polansky con la historia es maravilloso. 
Szpilman buscando a su familia.
Vemos la pesadilla que tuvo que pasar el pueblo polaco a manos de las fuerzas nazis. En medio de toda historia, se rescata la manera como sobrevive dicho pianista a semejante barbarie. La manera como se nos ubica el contexto, con un pueblo polaco que no sabe bien que sucederá con ellos, que están completamente invadidos por los alemanes, que son burlados y discriminados con crueldad por los nazis.
Al principio Szpilman y su familia intentan sobrevivir unidos a la invasión, pero de a pocos se va mostrando el verdadero rostro de la ideología Hitler: los judíos deben ser exterminados. El pianista y su familia son judíos en su totalidad, comenzando así una durísima pesadilla que tendrán que afrontar.
La ciudad en ruinas
Al margen de ver la historia del músico, se aprecia la manera como fue exterminado el pueblo polaco, porque en verdad que fue extinto ya sea por la guerra misma o por los campos de concentración.
Szpilman tiene suerte. Szpilman se vale de sus dotes artísticos para conseguir la sobrevivencia, aquella que quizá se asemeje a la agonía, al terror de vivir zigzagueando a la muerte e intentar siquiera respirar.
Vemos pasar la guerra a través de sus ojos, ya que la historia de a pocos se va transformando en un sólo de su existencia y su suerte para seguir con vida pese al asedio constante alemán y a las artimañas que inventa para esconderse en una ciudad polaca en ruinas.
La actuación de Brody es buena. Se nota que el papel le vino con gracia porque la última hora de la película es casi un monólogo de su existencia.
Tocando una canción al general nazi.
 Un retrato de que la suerte existe o que gracias a un talento se puede seguir viviendo y salvarse de la muerte. "El Pianista" es casi como un canto al sobrevivir. Imágenes de un hombre que va perdiendo la elocuencia y la alegría, a causa del querer seguir existiendo. 
La parte en que el general alemán se conmueve por una pieza tocada por Szpilman, es una muestra de que a veces la música puede mover montañas y generar cierto tipo de piedad a aquellos que no la tienen. 

Adrian Brody tuvo suerte en este papel. Se lo pudieron a cualquier otro e igual hubiera ganado el Oscar quien interpretara al músico polaco.
Pese a todo eso, la película es buena y nos muestra a un Polansky siempre clásico y con algo nuevo que contar o adaptar.

Puntaje: 7.5 puntos.

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