10 de octubre de 2011

TAKING WOODSTOCK (2009)


Dirigida por Ang Lee.

Una película que no llegó a estrenarse en nuestra ciudad, pero que felizmente tuve la ocasión de ver hace algún tiempo. Y es que solamente que se diga que la dirección está a cargo de Ang Lee, es razón suficiente para interesarse en la película, pese a que no venía de buenas críticas. Igual, buena o mala, es un director reconocido, del cual uno recuerda grandes películas.
Esta vez tomó una historia que se basa en hechos reales y en un evento que marcó un hito en la historia del rock. Unos días de paz, amor y rock an roll. Y es que en 1969, Woodstock fue el evento que logró hacer que el pueblo norteamericano se olvide de una estúpida guerra, como la de Vietman, y sienta más la música, como una forma de vivir en paz.
Elliot (derecha) llevando a los organizadores a
que conozcan el lugar para el festival.
Pero muy pocos conocíamos como se originó dicho festival. Sabemos quienes tocaron, los días, el año, el lugar, la fiesta del público, la paz, el amor, las drogas, los juegos, etc.
El campo en donde se realizó Woodstock, no era propiedad libre. Esto quiere decir que le pertenecía a alguien y se tuvo que hacer un montón de cosas para poder alquilarlo y tenerlo listo para el festival.
Elliot regresaba a su ciudad para ayudar a levantar al pequeño motel de sus padres. Intentaba de alguna u otra forma ayudarles a conseguir huéspedes y a que se haga conocido no solo en su ciudad, sino también en otras.
Es así como enterándose de que en un pueblo aledaño al suyo, se ha cancelado la realización de un festival de rock, decide proponer a los organizadores que dicho festival se realice en un campo que él conoce.
Elliot y sus padres.
La realidad era que el pretendía que los organizadores y su equipo de colaboradores, usen las instalaciones del motel de sus viejos para hospedarse ahí.
Lo que no intuyó es que el motel quedaría pequeño no solo para los organizadores, sino también para los asistentes al festival.
Veremos en la película solamente lo referido a Elliot, su familia y los organizadores del festival, eso es lo malo. No hay imágenes de los conciertos y hay muy poco de la fiesta que vivía el público asistente. Aquí es donde falla un poco Lee porque debió dar cierta importancia a Woodstock como festival en sí. Pero bueeeeeeno, él estaba más preocupado en contar la historia de Elliot y su familia, el negocio redondo que hicieron al ayudar a realizar Woodstock.
Elliot conoció la magia del Festival más grande de toda
la historia.


Se ve cierto aspecto de la forma como la juventud de aquella época vivía este tipo de eventos. Como era su relación con la coyuntura de aquel entonces y lo poco (o nada) que le interesaba la ley norteamericana. Era un festival en donde prevalecía la libertad por sobre todas las cosas, y se ve a leguas como las drogas y el sexo abundaban en aquel campo que sirvió de lugar para que se lleve a cabo Woodstock.
Para Elliot no fue asimilar desde un principio la gran pegada que resultó ser dicho evento. Sus padres casi se mueren al ver como miles y miles de jóvenes llegaban a su pequeño motel, y ver cuántos otros llegaban al lugar de los hechos, convirtiendo dicho espacio en un pequeño poblado de hippismo y libertad.


Ang Lee quiso mostrarnos el aire que se respiraba en aquel entonces, dejando de lado un poco a la música y a los artistas que se presentaron en Woodstock. Le dio mayor importancia a la familia que le ayudó a alquilar el campo, a los que ayudaron a la organización con el hospedaje y a los jóvenes que irradiaron de paz y amor aquellos tres inolvidables días.


Puntaje: 5.5 puntos.


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