10 de julio de 2012

ABOUT SCHMIDT (2002)


Dirigida por Alexander Payne.

Todo lo que dirige este director me gusta tanto que considero sus obras como genialidades del cine contemporáneo. La razón es porque mezcla tan bien el humor ácido con un toque dramático (que llega a ser lacrimógeno) y actuaciones para recordar un buen tiempo. Lo importante de sus historias es que relatan situaciones que tienen mucho que ver con la realidad, sin tener que modificar a sus protagonistas en lo físico. Claro.... de sus tres cintas que he visto hasta ahora, los protagonistas son varones y casi siempre se muestran al natural, sin tener que recurrir al maquillaje o vestuario para ensalzar su imagen o embellecer su físico.
Warren Schmidt y algo que no puede detener: el pasar
del tiempo.
En "About Schmidt" se toca un tema que tarde o temprano nos va a tocar vivir, que es el de la senectud.
Payne nos muestra a Warren Schmidt, un hombre ya adulto quien acaba de jubilarse e iniciar una nueva etapa en su vida. Es así como Schmidt empieza a ver la vida de otra manera, ya que su rutina da un giro de 360 grados. Comienza a sentir que los años han pasado y que ahora tendrá que hacer de todo para no aburrirse sin hacer nada, una realidad que quizá alguno veamos en casa.
La interpretación de Jack Nicholson es magistral. Quizá sea uno de los papeles que mejor ha logrado este brillante actor, porque pudo hacerme reír en algunos pasajes de la historia, como también intentar conmoverme con su expresión de soledad.
Schmidt aparte de tener que acostumbrarse a vivir esta nueva vida sin chamba, tiene que lidiar con el próximo matrimonio de su única hija, ya que no acepta a su futuro yerno (otra cosa normal en los padres, no?).
Soportando los ronquidos de su esposa.
Colabora con una organización que vela por niños huérfanos del África, con la adopción de un pequeño a quien le manda cartas cada cierto tiempo. En estas cartas Schmidt se explaya por completo, escribiendo lo que realmente siente sobre su nueva vida, sobre su esposa, sobre su ex-trabajo y sobre el matrimonio de su hija. Se confiesa ante un niño a quien no conoce y de quien no sabe absolutamente nada.
La historia da un giro radical cuando Schmidt decide ir hasta el Estado donde se encuentra su hija, para impedir a toda costa que se case, pasando por una serie de situaciones que provocarán risas y tristezas.
El humor ácido de Payne estuvo muy bien llevado por Nicholson, que sin necesidad de hablar hacía reír. El tema delicado que supone la tercera edad y el miedo a morir (y quedarse solo) es tocado en esta película, que ahora pertenece al grupo de favoritas que tengo en mi cabeza.

Resalto la actuación de Kathy Bates, quien tuvo un papel secundario pero que supo hacerlo protagónico cuando estuvo en pantalla.Se notó la mano del director para que ella pudiera brillar con luz propia.

Una película para verla y aprende mucho..... demasiado.


Puntaje: 9 puntos.

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