8 de abril de 2011

EL CONTRATO DEL DIBUJANTE (1982)


Dirigido por Peter Greenaway.

Greenaway es un artista antes que todo. Sus películas son una muestra de lo que él ve como arte pictórico. Sus planos, la ambientación de sus escenas, su fotografía y sus diálogos son de autor. Esta vendría a ser su segunda película y ya he visto unas 4 de él, en donde demuestra que no es un director que haga películas masivas, y en donde explota su ingenio creativo y su pasión por la simetría y los planos generales.
Un clásico plano del cine de Greenaway.
La trama es algo sencilla de explicar, pero difícil de digerir (por la forma como la expone el director) cuando se ve la película. Mr. Neville es un excelente dibujante que busca chamba en la casota de los señores Herbert. Su persistencia es tal, que busca a toda costa que lo contraten para hacer 12 dibujos de la mansión de los Herbert (la fachada en diversos ángulos), incluso llega a halagar (yo diría que jilear) a la esposa del señor. Es justamente ella quien lo contrata para que haga el trabajito de los dibujos.
Mr. Neville en pleno dibujo.
Mucho halago era sospechoso, y en el contrato que celebran el dibujante y la señora, se especifica que uno de los pagos que se le haría a Neville, era con favores y cariños sexuales por parte de la esposa. Un acuerdo muy íntimo, que obviamente no tenía porque enterarse el Señor Herbert.

Se nota mucho la influencia del pensamiento Greenaway en esta película. Los planos generales (ni tan generales, porque son muy extensos) en donde se puede apreciar la dinámica que quiere dar a entender Greenaway. Se pierde un poco la esencia de los personajes, por estar en planos casi panorámicos, en donde se ven como una parte del ambiente.
La Sra. Herbert sella el contrato con el dibujante Neville.

La música juega un papel importante también. El director galés siempre intenta que los silencios sean cubiertos por música compuesta por directores musicales. Por lo general, la música va como fondo de escenas en donde representa imágenes abstractas o ambientes que no parecieran tener importancia en la trama, pero sí en el significado que esconde sus películas.

Una película que se ambienta en el siglo 17 y que cuenta con actores poco conocidos. Con un final medio perverso y un ritmo que puede adormecer a los que no soportan cine europeo, "El contrato del dibujante" es el inicio de un largo caminar cinematográfico de Peter Greenaway, que ha dado buenos films para la posteridad.

No sé si sea recomendable, pero si te gusta ver algo distinto, MÍRALA.

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