24 de abril de 2011

BIG FISH (2003)


Dirigida por Tim Burton.

Ya era hora que subiera algo de Burton. La historia de esta película puede llegarle más a un hijo que a una hija, ya que concretamente es la manera en como transcurre la relación entre un padre y un hijo. Suele ser a veces medio fría o no tan cariñosa como lo es con la madre. "Big Fish" también es la historia de un soñador, un padre que como el personaje de Roberto Benini en "La vida es bella", intenta de llenar de imaginación y fantasía la vida que lleva.
Esto hace que haya un cariño especial por el personaje de Edward, el padre de Will, quien está muy delicado de salud y siente que pronto dejará este mundo.
Will lleva a su padre x el último camino.
Edward toda su vida ha sido conocido como un gran contador de anécdotas. El haber vivido mil y un aventuras y contarlas de una manera fantástica y casi en forma de cuentos, ha ocasionado que su único hijo se aparte de él. Esto en parte a la incredulidad por parte de Will de creer que su padre haya pasado x tantas aventuras, desde como conoció a su madre, hasta los viajes y personajes que fue conociendo en el camino. En estos puntos de la historia, es donde se nota con claridad el arte y la mente de Tim Burton, ya que nos recrea una historia llena de imaginación, que solo el viejo Edward saben si son real o no.
Aquel regalo de Edward para la chica de su vida.
Podría decir que el personaje de Edward representa a todos los que alguna vez vemos la vida de otra forma, con otra percepción. Algo más pegado a verlo todo con alegría y agregarle cierta fantasía para no tener que contaminarnos con la funesta realidad. Will no lo ve así y no acepta que su viejo sea tan cuentista y que en varias ocasiones haya opacado su sensatez con alguna anécdota, que no cree hayan existido como tal.
Siempre se dice que toda verdad cae por su propio peso, y es ahí cuando Will se da cuenta que su viejo, lo único que quiso hacer al contarle toda esas historias, es ayudarle a ver la vida con alegría y positivismo. 
Esta escena nos muestra lo que llaman amor.
La película es medio triste, por el desenlace cantado que ocurrirá. La forma en como lo presenta Burton es hermosa. La escena cuando Will le cuenta a su viejo como se imagina su partida, es fastuosa. Salen lágrimas porque al fin y al cabo Edward logró que su hijo valore lo que tanto le inculcó.
Una mezcla de personajes "irreales", escenarios de fantasía, anécdotas quiméricas y un narrador omnipresente (Edward) hacen de esta película, una de las joyas de Burton que deja a un lado toda su pasión gótica, por una historia con más color pero con ese toque especial que Tim le da a sus pelas.


La muestra de una relación entre padre e hijo es lo que más recuerdo de la película, que recomiendo si no la has visto, y que recomiendo verla cada cierto tiempo, si es que ya la viste.


Para muestra, un botón.


No hay comentarios :