4 de septiembre de 2012

THIS MUST BE THE PLACE (2011)


Dirigida por Paolo Sorrentino.

Ya que recién se va a estrenar esta película (en Estados Unidos), hablaré un poco de ella, ya que me imagino que luego será estrenada por estos lares, pese a que en algunos países de Europa y en varios festivales de cine ya fue proyectada. Pues bien, toda película en donde se encuentre la figura de Sean Penn, ya es una obligación siquiera verla para ver que tal actúa este gran actor. Y si en el cartel sale su rostro personificando a un músico dark (cualquiera diría que es Robert Smith, cantante de The Cure), como que despierta mayor curiosidad.
Cheyenne intentando recordar su época de músico.
No es una película que me haya colmado todas las expectativas, porque resulta medio compleja en comunicar emociones y algo difícil para intentar descifrar bien la actitud del personaje principal, llamado Cheyenne, quien está por los 50 años y fue una estrella de rock en su juventud.
El correr de la historia nos va mostrando a un hombre refugiado en una gigantesca mansión, como si fuera una prisión para él, notándose claramente que vive autoexiliado del mundo real y prisionero de un pasado que poco o nada se sabe bien. Lo que va desnudando la historia, es a un Cheyenne en decadencia, que pareciera estar retirado del mundo de la música y que es poco recordado. Ante todo esto, recibe la noticia de que su padre ha fallecido.
Jane será su gran compañera.
Cheyenne vive en Dublin (Irlanda) y tiene que viajar a New York para asistir al entierro de su padre. Estando ahí, decide emprender la búsqueda de una persona a la cual su padre quiso encontrar durante toda su vida: un criminal nazi.
Es así como vemos a este hombre de apariencia dark y actitud cohibida, enrumbar un viaje sin destino, buscando al criminal que tanto tiempo le tomó encontrar a su padre, sin que lo pudiera hallar. Por momento la película registra una similitud a "Una historia verdadera" (David Lynch), ya que se transforma en road movie, debido a que Cheyenne recorre Estados Unidos, con algunas pistas e investigaciones que hizo su fallecido viejo, para intentar hallar a este nazi.
Sorrentino nos pone ante una historia algo lenta, sin ritmo pero diciéndonos algo con el personaje que interpreta Sean Penn: todos intentamos siempre buscar el lugar adecuado para existir. Y no se trata de un lugar físico, sino de algo que la mente y el alma sientan como el ideal para ser felices y estables.
No será lo más brillante que hizo el actor norteamericano, pero es muy recomendable para ver, porque es una muestra de que es un artista que puede desempeñar cualquier tipo de rol.

La película cuenta con una variada y buena banda sonora.

Puntaje: 6.5 puntos.

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